Innovando en la educación superior: experiencias clave en Latinoamérica y el Caribe 2016-2017. Volumen 2: metodologías activas de enseñanza y aprendizaje

VOLUMEN 2: METODOLOGÍAS ACTIVAS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE 283 del MBA. La tercera ruta está compuesta por un solo segmento, pero con una distancia mayor y con obstáculos más dif ciles de sortear, lo que hace recomendable un trabajo efectivo como equipo para alcanzar la tercera y última meta. Al llegar a esta meta final, los participantes reciben un refrigerio y se reúnen para el briefing, discusión y reflexión finales, bajo la orientación de los coaches /facilitadores. El viaje del MBA Al avanzar del primer reto al segundo, y del segundo al tercero, los estudiantes se ven enfrentados a situaciones progresivamente más complejas o con mayor grado de dificultad t cnica, en un terreno desconocido para la gran mayor a. Dicha progresión los obliga además a resolver problemas y sortear dificultades como individuos, primero, despu s como parejas o tr os, y finalmente, como equipos. De esta forma, el taller refleja la progresión natural del comportamiento humano desde el nivel individual al nivel organizacional, pasando por diferentes grados de agrupación o conformación de equipos. En general, esta progresión individuo-grupo-equipo-organización establece un paralelo con la t pica progresión de la persona al incorporarse a una organización y enfrentarse a situaciones novedosas. Dicho paralelo ilustra cómo, aunque el individuo al comienzo enfrenta este entorno desconocido y complejo por s solo, resulta conveniente suscribir alianzas rápidamente y trabajar con otros para alcanzar buenos resultados, especialmente al hacerse más complejas las situaciones. El ejercicio mismo de orientarse hacia un nuevo rumbo, la progresiva agregación de personas y esfuerzos, la creciente dificultad de los retos y la escogencia del terreno, constituyen una parábola del viaje personal de cada estudiante a lo largo del programa MBA. Los desaf os enfrentados durante las cuatro horas del taller se equiparan a los cuatro semestres del programa y a la ansiedad que puede sentir el estudiante en un entorno nuevo y poco familiar. La forma particular en que los participantes enfrentan dichos desaf os en el taller ilustra cómo el tener un punto de llegada claro y definido —en este caso las competencias gerenciales de egreso— acompa ado de una hoja de ruta clara y el trabajo efectivo con otros, son elementos fundamentales para llevar dicho viaje a buen t rmino. Un desafío para participantes y facilitadores El taller tambi n busca asertivamente un equilibrio entre un desaf o intimidante y una experiencia divertida. Lograr este propósito implica unmontaje bastante complejo por cuestiones log sticas y de seguridad. Dada la intencionalidad y objetivos de aprendizaje del taller, y por la naturaleza individual del primer reto, para cada participante debe trazarse un recorrido único y diferente al de todos los demás. En la práctica, esta condición implica el dise o de 40 recorridos únicos, cada uno compuesto por múltiples segmentos de 50 a 200 metros de distancia. Al final, cada participante, individualmente y con sus compa eros, acaba recorriendo una distancia total de 600 a 1.000 metros, a lo largo de 8 segmentos sucesivos de rumbo/ distancia. En t rminos generales, los recorridos son trazados de forma que resulte dif cil, pero factible, completar exitosamente el ejercicio. Para una implementación exitosa del taller, es fundamental el trabajo coordinado del equipo de facilitadores y monitores. Dicho trabajo requiere un entrenamiento del equipo, incluyendo familiarización con las t cnicas básicas de orientación terrestre con brújula, principios básicos de coaching y facilitación de ejercicios outdoors, normas generales de seguridad personal en el terreno, y simulacros realistas que permitan anticipar problemas y hacer ajustes previos al taller. Al fin y al cabo, cada monitor debe estar en capacidad no sólo de brindar una asesor a t cnica en el uso de la brújula y la estimación de rumbos o

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