Innovando en la educación superior: experiencias clave en Latinoamérica y el Caribe 2016-2017. Volumen 2: metodologías activas de enseñanza y aprendizaje

VOLUMEN 2: METODOLOGÍAS ACTIVAS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE 232 De esta manera, se espera que mediante la progresión de las evaluaciones el estudiante pueda afianzar sus aprendizajes y con ello desarrollar habilidades de nivel superior, es decir: aplicar, analizar y evaluar. Dicho formato puede ser aplicado en evaluaciones diagnósticas, formativas y sumativas. En caso esta última, será preciso antes haber empleado el modelo al menos de manera formativa, a fin de que los estudiantes est n familiarizados con la aplicación de la respectiva rúbrica. Aplicación de la estrategia de innovación El modelo descrito en el apartado anterior ha sido el resultado de un trabajo desarrollado entre los a os 2013 al 2015, en dos asignaturas impartidas en la Escuela de Derecho de Coquimbo de la Universidad Católica del Norte: Expresión Oral, y Razonamiento y Argumentación Jur dica. Ambas correspondientes al primer a o de la carrera de Derecho, del primer y segundo semestre respectivamente. En las dos asignaturas se implementó el modelo en evaluaciones consistentes en debates grupales y en discursos argumentativos individuales. En el caso de Expresión Oral, se ha implementado por tres a os en un total de 12 paralelos de 25 estudiantes cada uno, mientras que en Razonamiento y Argumentación Jur dica, a la fecha se ha aplicado en un curso de 50 estudiantes. A continuación, se describen brevemente las experiencias: • Curso de Expresión Oral: El modelo se aplicó primeramente en presentaciones orales de discursos argumentativos de tres minutos, donde el 70% de la ponderación de la rúbrica dice relación con los aspectos formales de la oratoria, mientras que el 30% con la estructura lógica y argumentativa del discurso. Por estudiante, la actividad tomó un promedio de cinco minutos (tres de la presentación del estudiante evaluado, y dos dedicados a la aplicación de la rúbrica y retroalimentación), de manera que por cada clase de 90 minutos era posible evaluar a un promedio de 18 estudiantes. A pesar de ello, se prefirió evaluar por clase a 12 o 13 estudiantes, y dedicar el tiempo restante a repasar aspectos d biles o hacer retroalimentaciones generales, de modo que para evaluar al curso completo fue necesario disponer de dos clases de 90 minutos cada una. Por otra parte, y manteniendo las mismas ponderaciones del caso anterior, el modelo tambi n se aplicó en debates grupales donde los estudiantes reunidos en equipos de tres se enfrentaban a otros tres para defender tesis contradictorias. Para ello, cada estudiante dispon a de dos minutos para realizar sus presentaciones en la etapa argumentativa, y dos minutos más para la etapa contra-argumentativa, de manera que el debate completo duraba un promedio de 24 minutos, a lo que se le sumaban unos 6 minutos de retroalimentación, la que en este formato sólo se realizaba luego de concluida la etapa contra- argumentativa. De esta forma, por cada clase de 90 minutos era posible realizar hasta 3 debates, pudiendo evaluar a un máximo de 18 estudiantes por clase. • Curso de Razonamiento y Argumentación Jurídica: En este caso el modelo se aplicó en debates grupales con un formato id ntico al del caso anterior, con la variante relativa a las ponderaciones en los criterios de evaluación, pues aqu el 70% de ellos dec a relación con los aspectos de fondo del discurso y la lógica argumentativa, mientras que el 30% se refer a a los puntos formales de la oratoria. Con ello, para aplicar la evaluación a los 40 estudiantes de la clase fueron necesarias dos sesiones de 90 minutos cada una.

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