Innovando en la educación superior: experiencias clave en Latinoamérica y el Caribe 2016-2017. Volumen 1: gestión curricular y desarrollo de docencia

171 VOLUMEN 1: GESTIÓN CURRICULAR Y DESARROLLO DE LA DOCENCIA • La calificación es la base de la motivación para aprender. • Está instalada en la lógica de la linealidad, omitiendo del proceso evaluativo la complejidad propia del modelo basado en competencias. • Privilegia los contenidos declarados en el programa de estudios. • Se concentra en aspectos esencialmente cognitivos y, particularmente en matemática, en lo procedimental, aplicación de algoritmos y uso de reglas. • Utiliza de preferencia registros escritos, centrado en el instrumento de la evaluación por sobre la evidencia de un desempe o competente. • Usa y abusa de los promedios. Por ejemplo en un curso con 2 unidades: Unidad 1: Nota 1.0, Unidad 2: Nota 7.0. Promedio final: Nota 4.0. Aprobado. • La evaluación sumativa de una unidad cierra la unidad. En la próxima clase se inicia la siguiente unidad. Incorporar un cambio radical en el sistema de evaluación de nuestros estudiantes, puede provocar un desconcierto que incorporar a demasiadas turbulencias en el nuevo sistema. El sistema educacional chileno en Educación Superior exige la traducción de las evaluaciones a una calificación. La más usada es la escala de 1 a 7. Mientras el sistema toma decisiones y definiciones al respecto, es necesario hacerse cargo del desaf o que implica convivir con dos modelos que no son necesariamente compatibles. Por esta razón, el sistema de evaluación de esta experiencia, intenta concretar, inicialmente, cada uno de los siguientes aspectos: • Mantener coherencia con las capacidades declaradas e informadas a los estudiantes. • Un estudiante, para aprobar una actividad en una evaluación, debe demostrar un nivel de logro razonable en dicha actividad. • Respetar los diferentes ritmos de aprendizaje de los estudiantes. • Incorporar una retroalimentación oportuna, con el fin de entregar un espacio para que cada estudiante reflexione sobre su progreso y eventuales dificultades. • Debe ser aceptado y reconocido como equitativo, por todos los actores del proceso educativo: alumnos, profesores y directivos de las carreras.

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