Mapuche Nütram
25 son independientes y no tienen vínculo entre sí, pero en la cultura mapuche todo está relacionado, el conocimiento no está segmentado, entonces yo trato de abordar diferentes temáticas con el mapuzugun: uno puede enseñar hasta astronomía con el mapuzugun”, dice. Por ejemplo, una vez enseñaba a sus alumnos sobre el ciclo de la vida y lo relacionó con la familia: “lo hice en un árbol genealógico, pero no como el occidental donde todos los familiares están en las ramas, sino que puse a los familiares en todo el árbol, incluyendo las raíces”. Manuel relacionó entonces ese contenido con el ciclo vital de las plantas. Así, con esta integración propia del mundo mapuche, le gustaría también que fuera la mirada del sector intercultural bilingüe dentro del sistema escolar. “Hoy el sector lengua indígena es un programa aislado, que no se junta con nada más. Si hay una escuela focalizada, debería haber un trabajo transversal con las otras asignaturas, que implique modificaciones curriculares también en las otras asignaturas”. También le gustaría esa mirada en la sociedad chilena. “Resignifiquemos qué es ser chileno, porque para el chileno es lo que le enseñaron en el colegio y es finalmente lo que el estado quiso promover: un estado unitario, con determinados símbolos patrios, con determinada visión de la historia”, dice Manuel. Él plantea recuperar una identidad en un país donde se respeten y reconozcan las diferentes identidades culturales. “Somos una realidad muy diversa, el porteño tiene una identidad, el santiaguino tiene otra identidad y el mapuche también tiene derecho a tener una identidad propia y reconocerse como diferente, lo que no es malo. Tenemos diferencias culturales, de cosmovisión. Quiero una sociedad que tenga ese diálogo intercultural y que exista la interculturalidad”, finaliza Manuel Manuel Huichao
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