El Derecho Consuetudinario en la gestión de riesgo en Chiapa. Las aguas del Tata Jachura

77 También hubo secretaria mujer, Ana Hidalgo, que trabajó con Bernabé Mamani, esto cuando yo tenía 19 o 20 años, por ahí (alrededor de 1960). Yo aprendí las tradiciones de intruso, de niño me gustaba escuchar al Al- calde y las peleas por el agua. Bernabé Mamani fue quien organizó que las reuniones fueran como son ahora, donde estamos todos sentados. Mi padrino de bautizo Evaristo Paucay Roque me enseñó a hacer tradiciones. Yo primero fui 4 años secretario, ahí también aprendí las tradiciones con los Alcaldes Alejandro Castro y Alfredo Supanta”. En el libro de actas, efectivamente, figura doña Ema Larama solicitando ante la asamblea de propietarios (regantes), el cargo de Alcalde de aguas, porque le correspondía por costumbre, y que lo haría su hijo. También es interesante destacar en el testimonio recién transcrito, el aprendiza- je de las obligaciones de los cargos, de las “tradiciones” enseñadas por quienes también han desempeñado dichos roles. Ser elegido Alcalde se consideraba un honor y una gran responsabilidad; hoy se evalúa más lo segundo, ya que implica asumir todas las tareas y obligaciones que se deben cumplir. Es importante destacar que la figura del Alcalde de aguas es la autori- dad que se ha mantenido como una institución. Lo que ha variado es la intensidad de la misma, debido a la disminución de los regantes, y con ello los problemas que debe resolver. Antes “la gente peleaba por el agua, se pegaban, le pegaban al Alcalde, le rompían la camisa, ahora no hay personas que quieran hacerlo”. El riego en el presente Al presente en Chiapa se reconocen 48 mitas y 10 regantes. En 1978 habían 73 mitas grandes, o sea de nueve horas. Además, 30 algas de 5 noches; 15 algas de 3 noches (lo que equivale a media alga), y 36 noches sueltas que equivale a 6 horas. El riego en el presente sigue haciéndose en base al sistema de turnos; y el orden de este se mantiene constante. Cuando a una persona le corres-