El Derecho Consuetudinario en la gestión de riesgo en Chiapa. Las aguas del Tata Jachura

20 El año 2016, como una actividad de extensión y que contribuyera a la apertura sobre estos conocimientos en la región, se organizó, por parte del Programa de Antropología e Interculturalidad (PRANJU) y el Pro- grama Estado de Derecho para Latinoamérica de la Fundación Konrad Adenauer , en la Universidad Arturo Prat el “Seminario Intercultural. Agua: Diálogos y Saberes”. Consecuente con el enfoque participativo del estudio, intervino como panelista el presidente de la Comunidad Indígena de Chiapa, Sr. Serafín Larama, junto a otros representantes de los pueblos indígenas de diversas comunidades que asistieron al Se- minario, así como representantes de los sectores académicos, públicos y privados, nacionales e internacionales. En el trabajo de campo realizado para elaborar el mapa territorial, es- tuvo siempre presente como indicador de derecho al territorio el agua y sus fuentes. No tiene sentido considerar el agua en sí separada de su entono, donde se encuentran los demás elementos de la naturaleza, la sociedad y las deidades (Greslou, 1990, pág. 37). La sobrevivencia bio- lógica, social, económica y cultural, gira en torno al uso y manejo del agua por parte de la comunidad, la que delega, a través de un proceso eleccionario político y religioso, sus derechos colectivos en una directiva representada por personas reconocidas por su rectitud, condición básica para respetar los derechos de cada uno de los agricultores o regantes. No obstante, las entrevistas también revelaron un proceso que hemos ob- servado en muchas otras localidades andinas: la emigración; y sus con- secuencias, como la reducción de las actividades agro ganaderas y de los espacios productivos. Este fenómeno podría discontinuar la institución de la gestión colectiva del agua. Los procesos de endoculturación en la ciudad –es decir, el aprendizaje de los componentes de la otra cultura, adaptándose a ella, con el riesgo de perder la cultura propia o parte de ella- son complejos; van creando al menos, en sus cosmovisiones, dos grupos diferenciados por el nivel de conocimiento que poseen de su cultura, como es el caso de la Comunidad Santa Magdalena de Chiapa. Acá, en opinión de los entrevistados, los residentes permanentes, de edad avanzada y conocedores de su historia y su cultura, observan en quienes vienen ocasionalmente a las fiestas del pueblo (Véase Anexo nº

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