La vida santiaguina

100 LA ESCENA DRAMATICA deplorables, entre 10s que se recuerda e l que motiv6 la broma que hizo de la palabra pe- lucon, apodo con que se principiaba a de- signar E 10s conservadores. La hroma del ac- tor favorito levant6 en e l teatro una verda- dera tempestad de aplausos i de protestas, pues 10s alurlidos pretendieron conducir a l a chrcel a1 irreverente actor. Morante, irri- tad0 con las censuras i criticas persondes i ofensivas de que sus atlversarios le liicieron objeto, nieditb i llevb a caho una burla atre- vida que fud su filtima gran aventura en e l proscenio. Encontriindose en Santiago el nuncio apos- tblico, setlor RIuzzi, acompaibdo de SLI secre- tario el cdlebre Mastai Ferretti, despues Pi0 IX, Morante concibi6 la idea de representar un drama titulado El jfalso wmc i o de PorLu- gal, en que fignrarian dichos personajes, sobre 10s cuales estaba reconcentrada la atencion de nuestra sociedad. E l plan era atrevido i vasto; pero Morante podia realizarlo porque era audaz i activo. Rusc6 sus elementos en Iss sacristias de nuestras iglesias; obtuvo de la misma catedral muchos de 10s ricos ornamen-

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