La vida santiaguina

LA ESCEKA DRAMATICA 97 don Jose Joacluin de Mora, recomendaban las representaciones de las grandes obras cldsicas del teatro frames, especialmente de Moliere; don Andres Bello abogaba por las obras de Breton, de Scribe i de Moratin. Las ideas de este ilustre critic0 modificaron algun tanto las teorias revolucionarias que doininaban respecto del teatro; per0 10s empresarios i 10s cbmicos que riviaii a1 calor de aquellos deba- tes, que aproT-echaban admirahlemente de la exhaltacion dominante, trataron de reaccionar contra l a nueva tendencia i l o consiguieron todavia. Precis0 es confesar, sin embargo, que no todos 10sartistas eran guiados por este sentimiento egoists de lucro personal, pues algunos, como el actor hmbrosio Iforante, e1 mas cdlehre cle su Bpoca, era un volteriano de ilustracion nada comun; einpapado en la lec- iura de 10s filbeofos del siglo XVIII, era esen- cialniente batallador, i estalia de acuerdo con el carlicter de iiropaganda relijiosa i politica que 10s escritores de la revohcion atribuian a1 tentro. E l predomiizio que el talent0 de Morante ejerci6 en el pdilico, eclipsando en la escena a su prestijioso rival el actor CAce- 5

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