La vida santiaguina
. - - ~ --.- 82 L A ESCEXA DRAMATICB Pero ni siquiera 10s liumilcles actores do en- ionces qnetlahan escentos de l a temihle argu- menlacion del ohispo hlday. No puede negar- se, decia sti ilustrisima, que 10sc6micos son re- putados como personas i n h i e s i de vida rela- jada, por cuya causa en alguiias partes se les prim (le 10ssacramentos. Las comedianlas es- pecialmente, rni6iitrar mas celebres han sido por su habiliclad tanto mas conocidas lian sido por su libertinaje. E l obispo, gran amigo de ci- tas, referia que hfadama Ana Enriqueta, cle I’rancia se abslenia de asistir a las coniedias, poiyue segun dijo una rez a una amiga de s u confianza,-ccsufria viendo a esos chmicos que se condenaban por clivertirla.>> El ohispo terminaba su carta con un argu- inento que en todas las epocas ha sido podero- so: un argument0 de economia dom6stica. E l comercio del reino, decia, estd en crisis; el precio del trig0 ha bajado, 10s cordobanes i zuelas no tienen el valor de Antes, 10s j6neros (le Castilla no dejan e l lucro de otro tienipo; i sin embargo el liijo crece, las casas canibian sus inenajes, las libreas de las servidumbres son inas costosas; i si lodavia vamos a crew ’
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