La vida santiaguina

adelante que el estandarte. Los oidores, que pa- recian dispuestos a contrariar todos 10s capri- chos del obispo, se opusieron a esta nueva pretension. El asunto se llev6 a1 consejo de Indias, que fa116 dos aiios mas tarde con la frase sacramental de ctsigase la costumbreDt que era algo como decir <<entidndanseUdes. como puedan>>EI heclio es que el estandarte i la criiz contiiiuaron caminando en fila, como dos personas de igual categoria, como dos buenos amigos, por mas que se odiaran obispo i oidores, hasta tiempos no mui lejanos, en que ha quedado solo la cruz, sienclo derrotado el estandarte. Siempre fueron 10s obispos de la colonia 10s pTomotores de las mas ruidosas cuestiones de etiqueta; ya hemos seiiaiado a la lijera algunas de las mas graves i dificiles polbmicas en que se vieron envueltos 10s obispos Perez de Espi- noua, Villarroel, i Hnmanzoro. Parecia que cada personaje civil o eclesihstico debia dejar seiialado con alguna eterna cuestion de cere- monia su paso poi. nuestro pais. Un dia el obispo Romero se escus6 de asistir

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