La vida santiaguina
LA EPOCA DE LOS CONVEWTOS 15 de 10s divinos peldafios que conducen a1 altar. Semejante vida debia de ejercer una inguen- cia poderosa en el espiritu de l a niujer; por eso fueron ellas las primeras victimas de ese extrafio vdrtigo, de esa alucinacion aterradora que niantenia a un pueblo en la inas ccmpleta ahyeccion. Incl inaclas a1 misticismu por l a naturaleza i por l a edocacion, las mujeres Ile- naron 10s monasterios, dejando solitarios 10s hogares. H L ~ O familias que casi se estinguie- ron; i asi como en 10s paises militarizados to- dos 10s hombres, con escepcion de uno en ca- da familia, sirven en 10sejdrcitos, asi ent6nces todas las niujeres se sepullahaii en los claus- tros, con escepcion talrez de una. que se des- tinaba a1 matrixionio para perpotuar la ram. Puede asegurarse sin la menor esaj cracion que a mediados del siglo XVII la tercera par- te de las miijeres santiaguinas, pertenecientes a la alta clase, hacian T-ida monhstica. El obispo Villarroel acegura que en 1650 liahia 403 monjas en 10s nionasterios de San- tiago; lo que es inucho mas, comparativamen- te con la poblacion que entbnces tenia la ciu- dad, quo si lioi t i i v i hmos veinte mil! El ca-
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