La vida santiaguina

EL LIRISMO 117 nes en toda su vigorosa desnudez, i se recurri6 a1 teatro dramhtico patibulario: 13ouchardy fud el autor favorito. Los treinla afios o la vicla de un j ugador , Los seis escalones del ct-inzen, se representaban noche a noclie ante un p6blico nervioso i sediento de impresiones; i para que nada faltara a1 cuadro, para que hubiera tambien sus nobles victimas, que re- cordaran esta fiebre i esta locura huniana, Ca- sacuberta, el terrible protagonista de estos dramas, muere, como PtloliBre, sobre el ~ r o s - cenio del teatro. Per0 la exajeracion de 10s sentimientoa ro- rnhticos habia llegado a tal grado, que se ha- cia indispensable voloer a la realidad; lenta- mente, las mujeres fueron saliendo del letargo e n que vivian sumerjidas, despertando de su poetic0 sueiio a1 ruido del 01'0, a1 bullicio de l a vida ajitada, de Ias anibiciosas especulacio- nes en que 10s hombres se habian lanzado a 10s gritos de Chaiiarcillo! i despues California! Fueron arrastradas en e l torbellino de 10s intereses i de 10s goces materiales, i cuando restregaron sus hermosos ojos, estaban ya contaminadas con la fiebre dominante i talvez '

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