La vida santiaguina
EL LIRISMO 115 siguiente: por l a maiiana - p e s ya las santia- gninas principiaban a vestirse varias veces a1 dia, poniendo tambieii en moda las pnlmonias -vestido de oryancli, cuerpo a l o Lucrecia Borgia, plegado, cintura redonda, mangas li- sas, faldas con dos volantes mui anchos, esco- t e un poco bajo i rodeado de un encaje niui angosto, chal de bareg con listas mui anchas, sombrilla a la antigua. E l traje de paseo i de visita consistia en tin restido de ta-Cetan, de cuerpo liso, mangas a l o Amadis, manche- tas a la Puritaiia; manteleta de tarlatan'orlada de un vuelo festoneado, sombrero de cPespoii de medios colores, adornado a la jardinera. Este traje, neglijente i despreocupado, corres- pondia a1 estaclo de 10s &nimos, i liasta 10s mercaderes de muebles seguian el ejemplo, in- vcntando 10s sillones a la poltrona, que se llamaban tambien Ins sofiacloras. Ent6nces fud cuando se apcder6 de las. mu- jeres un verdadero furor por poseer nombres novelescos: las que se llamaban Ramona o Bartola camhiaban sus nombres por Elvira, Lucia, Lucrecia, Elena o Julieta. Aquello era insoportable, i daba lugar a desmaj-os, solo
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=