Una casa abierta para Chile: Historia visual de la Casa Central de la Universidad de Chile

En el primer capítulo, titulado La instalación fotográfica de la Universidad , se cuenta la historia de cómo se construye un hito urbano a partir del lenguaje fotográfico y cómo el antiguo Palacio Universitario va dotando a la Alameda de su carácter de espacio cívico y popular en el siglo XX. Es la instalación material de la Universidad de Chile en la vida cotidiana de un nuevo transeúnte. La Alameda incluirá en sus perspectivas un nuevo hito visual que entró a competir con los campanarios de las Iglesias cercanas por su extensión de 40.000metros cuadrados y una elevación de 26metros en puerta principal y 16metros en el resto. No tuvo contrapeso hasta la segunda mitad del siglo XX. Es una historia que se rastrea en los tránsitos de la imagen desde los soportes fotográficos a los del grabado enmedios de prensa y los nuevos géneros publicitarios de los libros que dicen el país al exterior y a los extranjeros. La Universidad de Chile era un hito de la construcción republicana, un logro del cual sentirse orgullosos y, por tanto, un monumento social y cultural digno de ser registrado, visitado y conocido hasta llegar a las postales de amplia circulación popular como la de la portada. Imagen cedida gentilmente por el Museo Histórico Nacional para este libro. El capítulo dos, titulado La República Peregrina , muestra la historia del encuentro de dos signos, la escultura de Andrés Bello y la fachada de la Casa Central. La peregrina República es también la historia de un siglo XX de grandes transformaciones sociales, de nuevos proyectos políticos y culturales que tienen como hito el Centenario de la Independencia y los quiebres derivados de las oleadas de golpes militares que inician en 1924 y que tensionan la sociedad hasta impactar directamente a la Universidad un 5 de septiembre de 1938 que termina con la matanza del Seguro Obrero. La jornada trágica inició en la Universidad de Chile, un edificio público que se tornó objetivo político, impronta que mantiene hasta hoy. El quiebre de la democracia a partir del 11 de septiembre de 1973 también quebró la imagen de Bello dotándolo de un doble oscuro, de bronce, decretándose en 1974 que el Bello de blanco carrara no saldría más a la calle: “debido a su estado por el paso del tiempo y el mal trato ciudadano deberá convertirse en obra de museo, y ya no saldrá más a la calle. La ubicación correspondiente depende de las autoridades universitarias. Existe la idea de realizar otra, copia fiel de la actual, pero fundido en hierro, para que una vez realizada sea ubicada en la Alameda” 4 . El libro inicia con la construcción de una fachada y finaliza con La Casa habitada . En este capítulo se transita del exterior al interior y se observa el paso del Palacio vacío y majestuoso, al de la Casa abierta para todos. Es el encuentro de una doble voluntad, la de la Universidad por abrir sus puertas al gran público expandiendo el conocimiento y la demanda ciudadana por un ingreso menos elitista y sexista a las aulas universitarias. La fuerza expansiva y propagadora que Bello señalaba como misión de esta casa de objeto público, tiene una nueva lectura con el concepto de Extensión Universitaria acuñado en la rectoría de Juvenal Hernández: poner al alcance de todos los conocimientos de pocos y elevar el “nivel de la cultura ambiente”, como también ayudar a perfeccionar continuamente a los que por su trabajo, su distancia de los centros culturales o la falta de oportunidades no podían seguir el “ritmo de las profesiones a las que se dedican”. Un hito de esta nueva política fue la creación de las Escuelas de Temporada en 1935. Así, las imágenes se pueblan paulatinamente de más mujeres, de más jóvenes y de más diversidad social. Y los lenguajes de la fotografía, el cine, la radio, el teatro y la televisión se sumarán a la nueva tarea anidando al interior de la Universidad legándonos un repertorio de imágenes nunca antes vistas en su conjunto, creando junto con el acto de registrar, un patrimonio estético que tiene como hito la exposición más importante de fotografía en el país, la primera realizada en gran formato para el espacio público y que rodó por Chile y luego por el mundo durante nueve años, producida íntegramente por el Departamento de Fotografía y Microfilm dependiente del Departamento de Extensión Universitaria. Rostro de Chile , inaugurada en 1960 con motivo del sesquicentenario de la Independencia de Chile en los patios de la Casa Central, consolida una nueva estética para la política de una nueva era. 4. Plaza de ‘Los Libertadores’: Reubicación de Monumentos en la Alameda B. O’Higgins, El Mercurio , martes 26 de marzo de 1974, p.19. Alejandra Araya Espinoza Directora Archivo Central Andrés Bello Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones 13

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