Una casa abierta para Chile: Historia visual de la Casa Central de la Universidad de Chile

Estos materiales, que esperamos se encuentren en París y que continuaremos buscando, serían los únicos registros originales del proyecto de edificio que existen hoy dado que en los archivos nacionales no hay rastro de ellos, ni copias. El expediente más interesante sobre las construcciones asociadas a la Universidad, como la Biblioteca compartida con el Instituto Nacional, en la antigua capilla del Convento de San Diego, remodelada para ese efecto a partir de 1884, es el libro de obras de esta construcción en el Archivo Nacional. Esta importante construcción e institución fue demolida en 1929, bajo la gestión del controvertido Ministro de Educación de Carlos Ibáñez del Campo, Pablo Ramírez, quien ordenó verbalmente su destrucción con el objeto de construir en ese lugar -la actual plazoleta de la calle Arturo Prat donde se encuentra el monumento a los hermanos Miguel Luis y GregorioAmunátegui- una piscina para los estudiantes de la Facultad de Derecho. Efectivamente, es en esa época de convulsión política y telúrica, pues había ocurrido un terremoto en 1927, que“el Edificio de la Universidad” estuvo en serio riesgo de perder su fisonomía decimonónica. Se hicieron intervenciones en el Salón de Honor, se rebajó la altura interior de la cúpula con una gran estructura de madera de la cual se colgó el cielo falso del recinto. Se dice que allí quedaron ocultos los restos de una decoración de rasgos barrocos, con predominancia de tonos azules y dorados. El arquitecto Federico Bieregel estuvo a cargo, el que también proyectó las “alteraciones” de la nueva fachada oriente de la Casa Central, cambios que no se concretaron porque se optó por el nuevo edificio para la Facultad de Derecho, obra de Juan Martínez, el que sigue ocupando hasta hoy a un costado de la ribera del Río Mapocho. La fachada oriente de la Casa Central cobra su fisonomía actual en 1964 de mano del arquitecto Ricardo Alegría de la Oficina de Construcciones de la Universidad. En esta cara del edificio se instalará el nuevo acceso a la Biblioteca Central de la Universidad de Chile, creada en 1936, del cual es heredero el actual Archivo Central Andrés Bello. Durante las remodelaciones de 1964 se encontraron osamentas del periodo colonial, posiblemente de los cementerios asociados a la iglesia y el convento franciscanos, párvulos que duermen aún bajo la plazoleta de Arturo Prat. Por su parte, la escultura de Andrés Bello se instaló en el bandejón central de la Alameda, frente al edificio de la Universidad, en 1931. Se trataba de una escultura de mármol de Carrara, obra de Nicanor Plaza, financiada por suscripción popular con el objeto de inaugurarla en 1881, a cien años del nacimiento de Bello. Así se hizo, pero su lugar de emplazamiento fue la entrada principal del Congreso Nacional por calle Catedral, desde donde se movió en 1884 a la plaza Montt-Varas frente a los Tribunales de Justicia. Permaneció frente a la Universidad, más lejos y más cerca en distintos periodos, hasta el año 1974, cuando ingresa a la Casa Central para ocupar su posición actual en el patio oriente que hoy recibe el nombre del primer Rector. Ese año inició un proyecto de remodelación urbana en la Alameda que incluyó un rediseño de la ubicación de los monumentos públicos tanto por conservación, como por un nuevo plan urbano simbólico de la Dictadura Militar liderada por Augusto Pinochet, con un polo en el Palacio de la Moneda y otro, al oriente, en el edificio de la UNCTAD III 3 inaugurado en 1972 bajo el gobierno de Salvador Allende, re-bautizado como Diego Portales. La Casa Central de la Universidad de Chile formó parte de este proyecto urbano que concluyó en 1977. El Mercurio del lunes 14 de noviembre de ese año tituló: “Casa de Bello recupera su tradicional señorío”. El resultado de las remodelaciones interiores y exteriores eran correlato, una vez más, de los nuevos proyectos políticos: “convirtiéndose en una digna sede de la que ha sido la base de la enseñanza superior y de la cultura del país”. Es en este momento en el cual se instala en el frontis de la Casa Central la réplica en bronce de la escultura original de Plaza, obra de Samuel Román, al que se le había pedido este trabajo diez años antes como un regalo de hermandad a Venezuela en el Gobierno de Eduardo Frei Montalva. Pensar este libro como una historia visual de la Casa Central de la Universidad de Chile, permite instalar los hitos de una historia aún por hacer de los usos, transformaciones y formas de habitar el corazón de la Universidad. La indagación permite relevar el patrimonio fotográfico resguardado por el Archivo Central Andrés Bello, que se complementa y dialoga con las colecciones del Archivo Histórico Nacional y una profusa documentación en prensa también en espera de ser compilada en forma sistemática. Una primera constatación es que los espacios interiores del edificio no han sido registrados de manera constante a lo largo del tiempo. El Salón de Honor ocupa, por su función, un lugar relevante en dicha memoria. Como en toda casa, hay lugares para mostrar y otros que recogen el diario vivir y su marcha implacable sin registro. También se trata de imágenes que dan cuenta de hitos significativos capturados por el nuevo lenguaje de la fotografía y su relación con los nuevos medios de comunicación masiva y la multiplicación de los soportes impresos. Boceto del proyecto encargado al arquitecto Federico Biéregel de ensanche y alteraciones al edificio de la Universidad para el nuevo local de la Escuela de Derecho por calle Arturo Prat, fachada del conjunto, 1930. Archivo Fotográfico de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. Ex Libris de la Biblioteca Central de la Universidad de Chile (1936-1994), puerta de acceso de a Casa Central por Arturo Prat N°23 desde el año 1964. Actual Archivo Central Andrés Bello. 3. Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo de Naciones Unidas, versión III. 12

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