Informe país Estado del medio ambiente en Chile: Comparación 1999-2015

538 INSTITUTO DE ASUNTOS PÚBLICOS | CENTRO DE ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS INFORME PAÍS ESTADO DEL MEDIO AMBIENTE EN CHILE Es notorio que la estructura del consumo de energías no ha variado significativamente, pues tanto antes como ahora se basa en el petróleo (Figura 9.10). Sin embargo hay dos componentes dentro del conjunto que han tenido un aumento importante: El primero es que desde 2012 hasta hoy la energía eólica ha experimentado un crecimiento de 36 % con clara tendencia a aumentar su aporte a la matriz; y el segundo, a partir del año 2010 creció el consumo de combustibles contaminantes: carbón, leña y biomasa FIGURA 9.10 Oferta de Energía Primaria por fuente La generación termoeléctrica creció desde 3.962,55 en 1999 hasta 6.488,45 MW en 2015, nada menos que 63,7 % con todos los problemas ambientales asociados. La generación hidroeléctrica en cambio creció relativamente menos, 26% en el mismo período. Un incremento muy superior al de la electricidad fue el consumo de los derivados del petróleo. En el año 1994 se consu- mieron 9.714.356 m3 y en 2015 este consumo se elevó hasta 22.061.796 m3 lo que representa un alza de nada menos 227% y compromete seriamente las metas de reducción de emisiones del país. También el consumo de gas natural ha tenido un incremento notable, 443 %, desde 5.932 m3 en el año 1994 hasta 26.313 m3 en 2015, aunque su participación ha sido menor en el total de las energías consumidas en este periodo. 9.2.2 Composición de la Energía Esta creciente demanda de energía ha sido satisfecha dando preferencia principalmente a los combustibles fósiles, petró- leo, carbón y los derivados de ambos, mientras que la participación de otros combustibles como la biomasa y la hidroelec- tricidad, ha sido menor. Por lo tanto, la matriz energética del país continua integrada mayormente por combustibles fósiles importados que producen actualmente el 60% de la electricidad, una consecuencia de la escasez de gas natural que en los años 2000 incrementó notablemente el uso del carbón y el diesel para generar electricidad, lo que a su vez elevó las emisiones de contaminantes del aire y los gases de efecto invernadero. (Figura 9.11)A partir del año 2005 se comenzó a emplear carbón en gran escala para generar electricidad y en el año 2014 su consumo había alcanzado nada

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