Informe país Estado del medio ambiente en Chile: Comparación 1999-2015

419 MINERALES E HIDROCARBUROS UNIVERSIDAD DE CHILE | 2016 Ventanas y Caletones, que estaban en 2015 cerca de cumplir con el Decreto Nº 28. En 2018 todas las fundiciones chilenas deberían cumplir con el Decreto 28 del Ministerio del Medio Ambiente, el que es- tipula que la mínima captura de SO2 debiese ser 95% en instalaciones existentes y 98% en fundiciones nuevas. La captura de anhídrido sulfuroso de las siete fundiciones chilenas fue de 90,7%, en 2015, en contraste con un 62,5% en 1999 . A nivel global en 2015 las fundiciones habían llegado a capturar en promedio el 97% del azufre que ingresaba a ellas, de acuerdo a la empresa Wood Mackenzie (WM) y la tendencia observada es que en grandes fundiciones este porcentaje era mayor ya que lo importante para la salud humana y el medio ambiente no es el porcentaje de captura sino que la masa de emisiones. La tendencia que se observa es que el promedio de captura de emisiones aéreas superará en los próximos años el 99% en las mayores fundiciones del mundo (WM). Desde esta perspectiva las fundiciones estata- les chilenas tienen y seguirán teniendo, al menos por varios años, una deficiente performance ambiental. 7.5 CONCLUSIONES La producción de cobre creció mucho más lentamente que el enorme progreso económico sin precedentes que detonó la minería del cobre durante el superciclo, elevando la inversión y las exportaciones, generando el gran aumento del gasto público y privado, y reduciendo el desempleo. Por otra parte Chile fortaleció su posición en reservas de cobre , aumentando 112% entre 1999 y 2015 a pesar de ha- ber producido 262,7 millones de toneladas de metal. Ello revela que el análisis de las reservas, que representan la riqueza mineral del país, es dinámico ya que responde a nuevos descubrimientos, mejores tecnologías y precios cambiantes, tres factores que son desechados por muchos analistas. La mayor debilidad de la minería chilena del cobre fue la reducción en 56% de la ley de cobre de sus yacimientos en el periodo de análisis . La única forma de contrarrestar este rendimiento decreciente es con mayor tecnología, tal como está demostrado que ocurrió entre 1970 y 2003. Al mismo tiempo los principales impactos ambientales de la minería del cobre, uso de energía, emisión de gases efecto invernadero, generación de relaves, aumentaron también más rápidamente que la producción debido a la caída de las leyes de cobre en los yacimientos, a la mayor profundidad de los rajos y a la mayor dureza de la roca que debe tratarse. La causa del crecimiento de dichos impactos fue, entonces, principalmente asignable a causas naturales que es- tán relacionadas con el envejecimiento de los yacimientos y no fue producto de las políticas existentes, ni de la gestión de las empresas. De hecho la innovación tecnológica que ocurrió en la minería en este período fue insuficiente para mitigar adecuadamente estos impactos ambientales. Las empresas tomaron medidas para aumentar la eficiencia energética, mejorar la matriz eléctrica, reduciendo sus costos, e invirtiendo en energías renovables no convencionales (ERNC). Al mismo tiempo comenzó un esfuerzo por usar agua de mar en las faenas mineras lo que ya ha permitido aliviar la presión sobre los acuíferos del norte y que en el futuro permitiría incluso reducir la captura de agua fresca por parte de la minería en algunas regiones del norte del país. El reemplazo del agua fresca por agua de mar, pasó de un 2% en 2009 a un 15% en 2015, progreso que continuaría en el futuro. La mayor duración de las evaluaciones de impacto ambiental y el mayor número de casos que falló la Corte Suprema en favor de las comunidades y contra la minería, no significaron que aumentó el impacto ambiental producido por la minería, ni que sus proyectos se tornaron más complejos, sino que crecieron las demandas y expectativas ambientales y sociales de las personas.

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