Informe país Estado del medio ambiente en Chile: Comparación 1999-2015
417 MINERALES E HIDROCARBUROS UNIVERSIDAD DE CHILE | 2016 7.4 LOS IMPACTOS AMBIENTALES MÁS GRAVITANTES 7.4.1 El consumo de agua, energía y emisión de gases efecto invernadero. No se encontró estadísticas sobre consumo total de agua de la minería del cobre anterior a 2009. En 2009, como se obser- va en el Cuadro Anexo 7.1, el 2% del consumo provenía de agua de mar, y el resto provenía de agua fresca. En 2015, en cambio, este valor había aumentado a 15% y después de 2015 había proyectos comprometidos que permitirían elevar este valor a 33,5% en 2020 (Lagos, 2016). En síntesis, había reconocimiento por parte de autoridades y empresas que las aguas frescas disponibles en las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama estaban sobre explotadas, por lo que muchos de los nuevos proyectos mineros contemplaban utilizar agua de mar. Respecto a la eficiencia del uso del agua, esta fue aumentada debido a la mayor recuperación de agua en los diversos procesos, y en particular, de los relaves . La caída de la ley de cobre resultó, sin embargo, en una mayor utilización de agua por tonelada de cobre contenido desde 77 m3 de agua/ton de cobre contenido en 2009 a 83 m 3 /ton de cobre contenido en 2015. La minería del cobre consumió en promedio el 34,4% de la energía generada en el país entre 1999 y 2015 , mien- tras que en el mismo periodo emitió desde el 13% de los gases efecto invernadero (GEI) del país en 1999, aumentando dichas emisiones a 16% en 2010, último año en que se cuenta con inventario nacional de GEI. El consumo de energía de la minería creció en 100% en estos años, casi lo mismo que el crecimiento de las emisiones de GEI (Cuadro anexo 7.1, ambas cifras superando ampliamente el aumento de producción de cobre (32%). Ello se debió no sólo a la caída de las leyes de cobre, sino qué a mayores distancias de transporte de materiales, y al endurecimiento de la roca. Estos efectos ocurrieron como consecuencia de la mayor profundidad que adquirieron los rajos de explotación. Por otra parte lamatriz de producción de energía se carbonizó en formamuy relevante debido al bajo aporte de nuevas cen- trales hidroeléctricas y de energías renovables no convencionales lo que explica el aumento tan importante de la emisión de GEI. Los coeficientes de uso de energía por mineral extraído (Cochilco, 2016b) dan cuenta de aumento neto de 41,6% en la eficiencia energética del proceso de lixiviación, extracción por solventes, electro obtención entre 2001 y 2105 , a pesar de la caída de leyes de la roca tratada mediante este proceso; se mantuvo la eficiencia en las fundiciones pese a la caída de la ley de concentrados tratados; en la concentradora y en las minas de rajo abierto, en cambio, la eficiencia se redujo en 20% y 12,6% respectivamente, posiblemente debido a la mayor dureza de la roca tratada en las concentrado- ras, y debido a la mayor profundidad de los rajos explotados. 7.4.2 Generación de relaves 15 y material minado total En 2015 la producción de cobre contenido en concentrados representó el 69% del cobre de mina producido por Chile. En 2015 Chile produjo aproximadamente 14,2 millones de toneladas de concentrados, los que contenían 4 millones de toneladas de cobre. Esta producción generó 527 millones de toneladas de relaves (Cuadro Anexo 7.1), los que fueron de- positados en los denominados tranques de relaves. 16 15 Los relaves son el material de rechazo de las plantas concentradoras de la minería del cobre y contienen leyes de este metal usualmente bajo 0,02%, mientras que el material que es flotado en dichas plantas se denomina concentrado de cobre, conteniendo comúnmente entre 25 y 30% de metal. Los relaves están constituidos por roca molida con el 50% de la masa de tamaño de partícula típico de menos de 150 micrones ( μ ) de diametro, mientras que más del 99% de la masa está formada por partículas de menos de 1000 μ (Jopony, 1987; Sracek, 2010). 16 La conducción de los relaves entre las plantas concentradoras y los tranques se realiza mediante tuberías o canaletas en una pulpa que contiene típicamente pequeñas partículas entre 25 y 40% de sólidos con un pH ajustado a valores por sobre 7 (Wills, 2005). Una vez que esta pulpa es depositada en el tranque se recupera gran parte del agua, la que comúnmente es recirculada al proceso de flotación. Los relaves contienen, al igual que la corteza terrestre, muchos de los elementos de la tabla periódica. Debido a que provienen de un yacimiento mineral, la concentración de algunos metales es mayor que el promedio en la corteza. El alto pH de la pulpa significa, sin embargo, que dichos metales están presentes en forma particulada y no disuelta o libre, lo que reduce su biodisponibilidad y toxicidad para la flora y fauna acuática en forma significativa (EPA, 2016). Lo mismo ocurre con la mayoría de otros metales tóxicos.
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