Informe país Estado del medio ambiente en Chile: Comparación 1999-2015

389 ECOSITEMAS MARINOS Y BORDE COSTERO UNIVERSIDAD DE CHILE | 2016 Los nutrientes (nitrógeno y fósforo total) y materia orgánica total revelaron una baja importante a lo largo de los años. Sin embargo, los promedios regionales en los sedimentos dan cuenta de la intensidad de algunas actividades llevadas a cabo en el borde costero de algunas regiones. Así, la X y XI Regiones mostraron contenidos de todos estos parámetros superiores al promedio nacional, reflejando probablemente la actividad de los hidrocultivos locales. En tanto, los compa- rativamente altos niveles de nitrógeno total y materia orgánica total en los sedimentos de la VIII Región, dando cuenta del impacto que aún se puede apreciar de las descargas de riles de las empresas pesqueras en años pasados. Si bien este es el caso más importante en cuanto a enriquecimiento orgánico, otras regiones presentan situaciones, aunque menos críticas, similares, exceptuándose d esto sólo las II, III, IV y V Regiones. En general los niveles de HAP y BPC se han mantenido bajos en todas las regiones, exceptuando casos puntuales de pre- sencia de BPC en cuerpos de agua de las Regiones II, V, VIII y X, aunque bajos los estándar internacionales. Mientras que los contenidos hidrocarburos totales (HCT) en sedimentos marinos han disminuido notablemente en el tiempo, lo que estaría probablemente vinculados a la mejora en la gestión ambiental de los residuos de HCT en relación a los puertos y al movimiento de naves, a las descargar de aguas residuales y la disminución de derrames de petróleo a nivel nacional. En general, el borde costero nacional muestra claras mejoras en su condición ambiental, considerando las aguas y sedi- mentos marinos. Con la aparición de la nueva institucionalidad ambiental, creada a mitad de la década de los noventas, las iniciativas regu- latorias que hasta ese momento se encontraban amparadas en los sectores muy puntuales de la administración del Esta- do, tendieron a consolidar el nuevo sistema de gestión ambiental producido para evaluar todos los proyectos o actividades que se instalarían en el borde costero nacional. Las principales modificaciones que experimentó la Ley General de Pesca y Acuicultura, como principal norma establecida para la explotación y conservación de los recursos marinos, han seguido esta tendencia dirigida a formar parte de la actual institucionalidad ambiental, a tal punto que, las facultades que poseía la actual Autoridad Pesquera para declarar parques y reservas marinas, hoy en día forma parte de las competencias de la Autoridad Ambiental. Algo muy similar ha experimentado la normativa que atañe a la gestión ambiental del medio ambiente acuático, en donde las autorizaciones o permisos ambientales sectoriales se han concentrado en un único instrumento de gestión ambiental, el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, en donde se canalizan todos los requerimientos demandados por las distintas organizaciones en un único acto, denominado Resolución de Calificación Ambiental. Sin embargo, aun cuando nuestro país ha demostrado iniciativas normativas destinadas a la protección y ordenamiento del borde costero, ésta no ha evolucionado de la misma forma que experimentó la regulación ambiental. Así, la institu- cionalidad para el uso del borde costero no ha obedecido a una política que permita su regulación permanente e integral, ya que por ahora parece obedecer más a una finalidad sectorial, en donde yace restringida, lo cual ha restringido una necesaria planificación del borde costero, que esté adaptada a los requerimientos ambientales y de conservación de los ecosistemas marinos.

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