Informe país Estado del medio ambiente en Chile: Comparación 1999-2015
340 INSTITUTO DE ASUNTOS PÚBLICOS | CENTRO DE ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS INFORME PAÍS ESTADO DEL MEDIO AMBIENTE EN CHILE 6.2.2 Estado de la contaminación de los ecosistemas marinos y del borde costero Uno de los procesos de contaminación marina de mayor preocupación es la de carácter químico, la que puede provenir desde una fuente natural (como por ejemplo, una erupción volcánica) o un origen antropogénico. En Chile, a excepción de su capital administrativa (que no se localiza en un sector costero), las mayores poblaciones se concentran en las bahías o cercanas a ellas. Éstas son áreas protegidas en forma natural, por lo que en ellas se desarrollan actividades múltiples, generalmente incompatibles entre sí. La mayoría de las actividades desarrolladas actualmente en las bahías producen alteraciones y modificaciones del ambiente, pudiendo en su conjunto producir daños considerables en esta área (Ahumada 1995) 153 . La diversidad de contaminantes que pueden llegar a acumularse en estas áreas puede transformar los sedi- mentos en una matriz de alta toxicidad, con procesos de desfaunación creciente (Mudge & Seguel 1999 154 , Rudolph et al. 2002 155 ). La materia orgánica presente en altas concentraciones en los sedimentos puede afectar el balance del oxígeno disuelto de los mismos, mientras que altos contenidos de metales pesados e hidrocarburos afectan la salud de los orga- nismos, reducen la biodiversidad y la abundancia de especies (Van Den Hurk et al. 1996 156 ; Nendza 2002. 6.2.2.1 Contaminación por metales traza El término metal pesado es ampliamente utilizado en materia de contaminación ambiental; un metal pesado es un miem- bro de un grupo de elementos no muy bien definido que exhibe propiedades metálicas. Muchas definiciones diferentes han propuesto basarse en la densidad, otras en el número atómico o peso atómico, y algunas en sus propiedades químicas o de toxicidad. De acuerdo a Ahumada (1994) 157 , los metales pesados corresponde a un grupo de elementos con características químicas semejantes: un mismo estado de oxidación (generalmente cationes bivalentes), igual distribución electrónica de las capas externas (metales de transición) y pesos atómicos comprendidos entre 63,55 y 200,59 g mol-1. Estos elementos son constituyentes naturales del agua de mar y se encuentran en bajas concentraciones por lo que son conocidos como oligoelementos o elementos traza (concentraciones de µ g L-1). Estos se encuentran naturalmente en el agua de mar en concentraciones traza (Paredes 1998 158 ; Harrison & Hoare 1980 159 , Quilodrán 2004). Dada la relación entre los metales traza y los sedimentos, estos últimos pueden usarse como registro de la evolución histórica de la contaminación de un sistema dado, ya que los sedimentos reflejan las condiciones químicas de las masas de agua sobre ellos (Ryan & Windom 1988 160 ; Valette-Silver 1993 161 ). Muchas resultan ser las posibles fuentes de metales pesados a las aguas y sedimentos marinos, siendo una de ellas de origen litogénico o geoquímico a partir de los minerales que por causas de erosión, lluvias, etc. son arrastradas al agua. No obstante, actualmente la mayor concentración es de origen antropogénico es decir, debido a la actividad humana. La minería, los procesos industriales, los residuos domésticos son fuente importante de contaminación, que aportan metales al aire, a las aguas marinas y finalmente a los sedimentos marinos, que se constituyen en el depósito final de las sustancias introducidas al mar por procesos naturales y antrópicos. Para determinar cómo ha evolucionado en el tiempo la condición de las aguas y sedimentos marino respecto a los meta- les pesados a nivel nacional, se ha considerado la información entregada por el Programa de Observación del Ambiente 153 Ahumada R. 1995. Bahías: áreas de uso múltiple, un enfoque holístico del problema de la contaminación. Ciencia y Tecnología del Mar, Número Especial: 59-68. 154 Mudge S & C Seguel. 1999. Organic contamination of San Vicente Bay, Chile. Marine Pollution Bulletin 11(38): 1011-1021. 155 Rudolph A, R Ahumada & C Pérez. 2002. Dissolved oxygen content as an index of water quality in San Vicente Bay, Chile (36º´S). Environmental Monitoring and Assessment 78: 89-100. 156 Van den Hurk P, RHM Eertman & J Stronkhorst. 1996. Toxicity of Harbour Canal sediments before dredging and after off-shore disposal. Marine Pollution Bulletin 34(4): 244- 249. 157 Ahumada R. 1994. Nivel de concentración y bioacumulación de metales pesados (Cd, Cr, Cu, Fe, Hg, Pb y Zn) en tejidos de organismos bénticos de bahía San Vicente. Revista de Biología Marina 29(1): 2-18. 158 Paredes MT. 1998. Determinación de metales pesados en dos especies de bivalvos del estuario de Valdivia y la Bahía de Corral (X región) mediante análisis electrotérmico. Tesis, Escuela de Biología Marina, Facultad de Ciencias, Universidad Austral de Chile, Valdivia, 52 pp. 159 Harrison P & R Hoare. 1980. Metals in biochemistry, 78 pp. Chapman and Hall, London. 160 Ryan J & H Windom. 1988. A geochemical and statistical approach for assessing metal pollution in coastal sediments. In: Seeliger V, L de Lacerda & S Patchinelam (eds.). Metals in coastal environments of Latin America, pp. 47-58. Springer-Verlag, Berlin. 161 Valette-Silver N. 1993. The use of sediment cores to reconstruct historical trends in contamination of estuarine and coastal sediments. Estuaries 16: 577-588.
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