Informe país Estado del medio ambiente en Chile: Comparación 1999-2015
271 SUELOS UNIVERSIDAD DE CHILE | 2016 Este estudio de CIREN, además, se orientó a determinar la vulnerabilidad de las cuencas y en especial de las laderas en cada una de ellas, desde las perspectivas: físico-ambiental; vegetación y flora; fauna natural; biológica; y, antrópica. Con- cluyendo con un índice de vulnerabilidad final de laderas, que para la cuenca del río Aconcagua, se presenta en la Figura 5.17, a manera de ejemplo. La superficie con vulnerabilidad nula y media en las ladera se localiza en especial en la cordillera de los Andes con una su- perficie de 485.112,2 ha equivalente al 66,2 5 de la superficie total de la cuenca. Por otra parte, la vulnerabilidad alta a muy alta se localiza en los contrafuertes de la cordillera de Los Andes y en los terrenos montañosos que dan forma y límites a la cuenca, en especial en los sectores montañosos de la cordillera de la Costa cubriendo una superficie de 247.863,8 ha. Las razones para implementar este sistema agrícola son variadas. Existen motivos climatológicos. Las especies de frutales predominantes se caracterizan por aprovechar mejor la radiación solar, los riesgos por heladas son menores que en el fon- do del valle y un mejor manejo de la humedad del suelo, además, de mejorar los flujos de riego en las plantaciones. Tam- bién se incluyen razones ecológicas, por el beneficio de introducir vegetación en zonas deterioradas, incorporando tierras improductivas al desarrollo regional y nacional. Desde el punto de vista económico, las plantaciones en laderas tienen un menor costo que en zonas bajas y tienen una alta rentabilidad; se reducen las posibilidades de enfermedades fungosas; no compite con tierras de aptitud en el valle; se amplía el espacio productivo; y con ello, se incrementa la productividad y potencia exportadora del país, suscitada por la alta demanda de frutas. Además, se debe considerar el impacto social que tiene esta agricultura en las comunidades donde se ubica, principalmente poblaciones campesinas, donde se valora la generación de trabajo y la existencia de fuentes laborales locales y permanentes. Por otra parte, este sistema agrícola se ha desarrollado a partir de la eliminación de la vegetación esclerófila, con una limpieza total y aplicación de herbicidas antes de plantar, según varios métodos: plantación directa, en curvas de nivel y en camellones a favor de la pendiente, método ampliamente adoptado en estos suelos delgados sin ninguna directriz técnica que considere las características del sitio como pendiente y textura del suelo. (Guardiazaval, 2003). El cultivo en ladera tiene sus defensores, como los argumentos indicados en párrafos anteriores, pero también hay opinio- nes contrarias por los efectos ecológicos que conlleva la eliminación de la vegetación natural no sólo en la pérdida de la biodiversidad de flora y fauna, sino, además, por la pérdida de suelo asociada a la construcción de camellones en el sentido de la pendiente. Esta técnica en su etapa inicial deja el suelo sin protección incrementando los procesos de erosión y es- correntía, que sólo se disminuyen a los 4 años de la plantación cuando ésta, en el caso de las paltas, alcanza a cubrir con su follaje el área originalmente de vegetación natural. Ensayo en los terrenos montañosos de Quillota en pendiente de 33 % con exposición norte y a 216 m.s.n.m. se ha podido determinar que la pérdida de suelo en terrenos con camellones en su etapa inicial por escorrentía de las aguas de lluvia alcanza a 19 t/ha versus 0,03 ton/ha en parcelas de control donde no se alteró la vegetación nativa. (Youlton M.Cristian, 2005) Vulnerabilidad de laderas Rio Aconcagua Código Total Baja 1 386855,8 Media 2 98256,4 Alta 3 157206,8 Muy Alta 4 90657,0 Total 732976,0 Fuente: CIREN Op.cit cuadro anterior. CUADRO 5.17
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