Informe país Estado del medio ambiente en Chile: Comparación 1999-2015

212 INSTITUTO DE ASUNTOS PÚBLICOS | CENTRO DE ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS INFORME PAÍS ESTADO DEL MEDIO AMBIENTE EN CHILE El proceso de formulación y el documento de política generado son sin duda un avance importante. No obstante, el do- cumento tiene limitaciones importantes asociadas a la falta de acuerdo entre los actores respecto a una serie de temas. Estas limitaciones se refieren por ejemplo a no proponer la reorientación del sector forestal hacia un modelo sustentable que promueva un desarrollo forestal balanceado, sobre la base de las plantaciones y el bosque nativo, y la explicita- ción de las medidas para lograrlo. También para acordar acciones para reducir la concentración económica al existir dos grandes conglomerados de empresas forestales que generan condiciones oligopólicas y oligopsónicas reportadas desde 1993 (e.g. Lara y Veblen 1993), a fin de corregir los negativos efectos económicos, sociales y ambientales asociados a la falta de competencia, los cuales, a diferencia de otros sectores, no fueron evitados o aminorados. Por otra parte falta una visión más innovadora que plantee las lineamientos y acciones concretos que permitan compatibilizar la producción de madera de las plantaciones con los servicios ecosistémicos de los bosques nativos tales como provisión de agua en cantidad y calidad, mantención de la fertilidad del suelo y oportunidades de recreación. Todo lo anterior requeriría de una perspectiva territorial, integración entre los objetivos estratégicos y un énfasis en el apoyo del Estado hacia el manejo, conservación y restauración del bosque nativo. Por otra parte, alcanzar las metas propuestas por el documento de política para el año 2020 y 2035 en lo que respecta a bosque nativo, exigiría importantes cambios en la legislación, incluyendo regulación e instrumentos de fomento, los cuales no son abordados suficientemente. Finalmente la política no incorpora adecuadamente los desafíos del cambio climático y la importancia del sector forestal en la adaptación a dicho cambio ni los compromisos internacionales suscritos por Chile como por ejemplo en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CoP21/2015). La política no incorpora ni proyecta adecuadamente el trabajo dedicado que ha estado realizando CONAF desde 2014 en la formulación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales de Chile (ENCCRV). Una herramienta importante para la promoción del manejo sustentable de las plantaciones y bosque nativo y conser- vación de estos últimos es la certificación forestal la cual no operaba en Chile en 1999. La certificación está basada en la autorregulación de las empresas y propietarios en el cumplimiento de ciertos principios y normas acordadas a fin de demostrar a los consumidores finales que sus productos provienen de un manejo sustentable. El sistema CERTFOR en 2003 incluía 310 ha de bosque nativo certificadas, cifra que aumentó a 650 en 2010, no contándose con información posterior. El sistema FSC en 2007 empezó con 4.900 ha de bosque nativo certificadas, las que aumentaron a 92.400 en 2014 para reducirse a 27.500 en 2015. Adicionalmente, en 2015 hay 86.750 ha de Áreas de Alto Valor de Conservación (AAVC) cer- tificadas por FSC, las cuales incluyen bosques nativos, humedales y otros tipos de ecosistemas. Estas cifras representan una proporción muy baja del área de plantaciones certificadas por FSC (288.050 ha en 2007 y 1,6 millones de ha en 2015). Si bien la certificación FSC ha promovido el mejoramiento de diversas prácticas forestales y condiciones de trabajo de los operarios, entre sus limitaciones relativas al bosque nativo destaca el escaso avance en el cumplimiento del compromiso de las grandes empresas forestales certificadas de restaurar más de 30,000 ha de plantaciones establecidas mediante sustitución de bosque nativo posteriores a 1994, realizada por las empresas o por otros propietarios cuyos predios fueron posteriormente comprados por éstas. FSC tampoco ha definido los límites al tamaño máximo de las talas rasas de planta- ciones, algunas de las cuales aún alcanzan 300-400 ha continuas, deteriorando fuertemente al servicio ecosistémico de provisión de agua y regulación hídrica así como al paisaje. Otra limitación es no haber resuelto el problema de reclamos de tierras y sitios sagrados por parte de comunidades y habitantes rurales Mapuche. Las Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) administradas por CONAF cubren 14,3 millones de ha de los cuales 3,9 millones de ha corresponden a bosques nativos. En el período 1999-2015 se incrementó la superficie total protegida en el SNASPE con la creación del Parque Nacional Corcovado en 2005, en la región de los Lagos (209.600 ha) y el Parque Nacional Alerce Costero en 2012, región de los Ríos (25.000 ha). Un aumento mucho mayor presentaron las áreas prote- gidas privadas (APP), las cuales crecieron desde 317.000 en 1999 a más de un millón de hectáreas en 2005, sin aumentar posteriormente. Lo anterior considerando únicamente las áreas protegidas mayores de 35,000 ha. Si se consideran las APP de cualquier tamaño, se estima que éstas suman 500 unidades y un total de 1,5 millones de ha.

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