Informe país Estado del medio ambiente en Chile: Comparación 1999-2015

18 INSTITUTO DE ASUNTOS PÚBLICOS | CENTRO DE ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS INFORME PAÍS ESTADO DEL MEDIO AMBIENTE EN CHILE Las consecuencias fueron dispares, pues los resultados macroeconómicos fueron exitosos, pero se evidenció un aumento de la presión sobre el ambiente físico, provocando el deterioro del patrimonio natural, una alta dependencia de los mer- cados externos, un aumento de las desigualdades económicas y sociales, entre otros impactos. En la actualidad, la economía chilena está orientada a los mercados externos, en particular a los mercados de los países de- sarrollados y de las nuevas potencias económicas (China e India). El comercio internacional se ha convertido en el motor de crecimiento. Ha contribuido a ello la revolución tecnológica que ha experimentado la humanidad en las recientes décadas, que ha permitido reducir los tiempos de transporte entre países y ha mejorado las comunicaciones a niveles nunca antes vistos. En este contexto, es posible plantear que no obstante los diferentes matices que en términos de la política económica se dan históricamente, la modalidad de desarrollo seguido por Chile a lo largo de su historia es sustancialmente la misma: crecimiento económico sobre la base de la explotación de recursos naturales y del patrimonio natural ; aumentos del producto como objetivo central de la política económica; producción orientada a los mercados externos; y demanda por inversión como eje de la política macroeconómica, inversión que se orienta a los sectores productivos intensivos en recursos naturales. La década de 1990 se caracterizó por una importante estabilidad política y económica. Un ambiente con instituciones y políticas económicas confiables, y un modelo económico que privilegiaba las soluciones de mercado, en conjunto con los procesos de liberalización comercial y apertura, generaron las condiciones que permitieron un importante crecimiento durante los noventa. Además, posicionaron a Chile como un gran receptor de inversión extranjera, pese al pequeño tamaño relativo de su mercado (ICEX, 2003). En los últimos veinte años, ha continuado la tendencia iniciada a mediados de la década de 1980 de privatizar los servicios públicos; se ha promocionado la inversión privada en infraestructura, telecomunicaciones, electricidad y transporte aéreo; se han liberalizado los mercados y firmado importantes acuerdos comerciales; se ha iniciado una reforma del sistema educativo; y ha aumentado la regulación de algunos mercados claves, como el eléctrico y el de capitales. Se lograron acuerdos de aranceles cercanos a cero con la mayoría de los países con los que existe un acuerdo comercial. Además, desde comienzos de la década de 1990, el Estado retomó su papel de cautelar el bien común y hacerse cargo de los principales problemas sociales y ambientales, una vez que se desfasó la estrategia de desarrollo seguida por Chile, que se caracterizaba por políticas diseñadas en el marco de un gobierno no democrático. Todo lo anterior se vio reflejado en el desempeño de la economía, cuyo PIB creció a una tasa promedio anual de 4,9% entre 1995 y 2003 (Banco Central, 2006). La actividad económica posterior al 2003, con tasas de crecimiento del producto de 6,2% y 6,3% en 2004 y 2005, respectivamente, fue en parte producto de favorables condiciones externas, tales como el sostenido incremento en el precio de los “comodities”, principalmente del cobre; una rigurosa y exitosa política fiscal; y el sostenido crecimiento experimentado por importantes socios comerciales (China, India, países de América Latina, entre otros) En el 2006 el precio del cobre, fundamental para la economía chilena, promediaba los US$ 305 cents. /lb. (desde los US$ 167 cents. /lb. promediado el año anterior) y el 2007 los US$ 323 cents./lb. Este fuerte aumento experimentado a partir de la escasez de inventarios a nivel internacional, y principalmente por la fuerte demanda china por el mineral, significó un incremento notorio en los ingresos fiscales, alcanzando el 2006 un superávit fiscal de USD 11.200 millones, que equivale a un del 7,9% del PIB. El 2007 el superávit alcanzó los US$ 14.500 millones, lo que representó el 8,4% del PIB, para descen- der el año 2008 solo a un 5,2% del PIB. Este buen panorama económico se tradujo en indicadores socio-económicos positivos. El desempleo alcanzó un 7% en el 2007, cifras que no se lograba desde 1998. Cabe destacar que el “empleo exportador” creció durante el 2007 en 5,9%, superior al aumento del empleo total del país de un 2,8% en el mismo período 1 . No obstante lo anterior, por las caracte- 1 DIRECON (2009). Empleo y Salarios en las Empresas Exportadoras Chilenas. Departamento de Estudios e Informaciones. Marzo 2009. Santiago.

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