Informe país Estado del medio ambiente en Chile: Comparación 1999-2015
178 INSTITUTO DE ASUNTOS PÚBLICOS | CENTRO DE ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS INFORME PAÍS ESTADO DEL MEDIO AMBIENTE EN CHILE muy probablemente en su capacidad de generar bienes y servicios. ¿Qué superficie está siendo intervenida para proveer ese volumen restante? Considerando ahora que un bosque adulto poco alterado tiene en promedio un volumen en pie de 250-300 m 3 /ha (Donoso 1993) y que, a través de una extracción ilegal y sin técnicas de intervención adecuadas, se extrae el 50% del volumen (150 m 3 /ha). Bajo este escenario, cada año se intervendría una superficie de 56.922 ha de bosques expuestos a una explotación irregular, con impactos estructurales y funcionales aún no evaluados. A partir de esta estima- ción, entre 1999 y 2015 la superficie de bosques degradados por esta causa tendría una extensión acumulada del orden de las 910.752 ha . Esta es una estimación en extremo conservadora, por cuanto en la mayoría de las situaciones los bosques presentan volúmenes en pie inferiores a los considerados en este ejercicio. Si en una nueva estimación se asume a nivel nacional una tasa similar a la señalada por Lara (1996), entonces se tendría una superficie superior a 1,5 millones de ha de bosques con algún grado de degradación estructural . Pero si además se consideran alteraciones a nivel de la funcionalidad de los ecosistemas (por ej. la regeneración forestal, la riqueza de especies de flora, etc.), esta cifra podría ser aún mayor. A partir de los trabajos de Zamorano-Elgueta et al. (2012, 2014) en bosques del Tipo Forestal Araucaria y Siempreverde se ha sugerido que los bosques más sensibles a la tala selectiva o floreo y, principalmente, a la actividad ganadera, conside- rando la regeneración de las especies arbóreas, corresponden a los bosques adultos, en especial en pequeñas propieda- des. Es decir, los bosques adultos en pequeña propiedad presentarían una mayor sensibilidad a impactos de la ganadería y tala selectiva en la regeneración. A partir de este criterio para la Cordillera de la Costa de la región de los Ríos estos autores estiman en 27 mil ha los bosques que presentarían impactos en su regeneración por actividades como floreo y ganadería y que, por tanto, se encontrarían funcionalmente afectados por procesos de degradación. Sin embargo, son necesarias nuevas investigaciones que permitan aumentar la comprensión sobre estos procesos a nivel de ecosistemas incorporando, por ejemplo, la influencia de estos factores de alteración en otras funciones ecológicas. Además de estos estudios, en la actualidad no se dispone de información empírica que permita definir, evaluar, cuantificar y monitorear pro- cesos de degradación de bosques. La magnitud y potencial impacto de estos procesos en la provisión de bienes y servicios ecosistémicos en Chile plantean un notable desafío en la política medioambiental del país. Ello requiere del desarrollo de investigaciones que sean la base de cualquier iniciativa que pretenda revertir o mitigar estos procesos 3.2.4 Plantaciones de Especies Nativas Además del área de bosque nativo, es interesante analizar la evolución de las plantaciones de especies nativas. Las plan- taciones forestales con especies nativas se han caracterizado siempre por presentar una escasa superficie y por utilizar un bajo número de especies, principalmente de Norte a Sur Prosopis spp (Tamarugo), Quillaja saponaria (Quillay) y Notho- fagus spp (coihue, roble, raulí). En el trienio 1999-2001, la tasa promedio de establecimiento de plantaciones de especies nativas fue de 76 anuales, cifra que aumentó a 345,6 ha para el trienio 2013-2015 representando un monto 4,5 veces mayor que entre 1999-2001 (Cuadro 3.5). El año 2004 muestra la mayor área plantada con especies nativas, con 700 ha anuales, cifra que disminuyó abruptamente a 267,9 ha y 260,8 ha los años 2005 y 2006, respectivamente (Cuadro 3.5). No obstante el favorable incremento de las plantaciones nativas, en el período 1999-2015 estas representaron entre un 0,05 y un 1,4% del área anual en que las plantaciones de especies exóticas mayoritariamente Pinus radiata , Eucalyptus globulus y E. Nitens , se expandieron (es decir forestación, sin considerar reforestación de áreas cosechadas o afectadas por incendios). La distribución geográfica de las plantaciones de especies nativas presenta variaciones a lo largo del período evaluado. Es así como entre los años 1999 y 2010 éstas se concentraron en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo. En cambio, a partir del año 2011 estas plantaciones se efectuaron principalmente en las regiones Metropolitana, O’Higgins, Bíobio y Los Ríos (Cuadro 3.5). La alta variabilidad interanual y geográfica de las plantaciones
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