Informe país Estado del medio ambiente en Chile: Comparación 1999-2015
175 BOSQUES NATIVOS UNIVERSIDAD DE CHILE | 2016 Las tendencias generales señalan una pérdida neta continua de bosque nativo en Chile entre 1975 y 2010. Para dicho pe- ríodo, Miranda et al. (2016) encontró una pérdida neta de bosque nativo de 782.120 ha, correspondiente al 19% del bos- que nativo inicial para las áreas de estudio analizadas. Este resultado proviene de nueve artículos publicados que reflejan lo ocurrido en 13 áreas de estudio entre la región de Valparaíso y Los Lagos que corresponden al 36.5% de la superficie terrestre incluida en estas regiones. La mayor pérdida neta anual de bosque se observó entre los años 1975-1990. Dicha tasa disminuyó entre 1990-2000 para luego incrementarse en el periodo 2000-2010, revelando un proceso continuo de pérdida de bosque nativo en los últimos 40 años (Miranda et al. 2016). De los nueve artículos analizados por Miranda et al. (2016) se han publicado seis estudios para el periodo 1990-2010: Schulz et al. (2010), Echeverría et al. (2012), Altamirano et al. (2013), Vergara et al. (2013), Miranda et al. (2015) y Zamora- no-Elgueta et al. (2015). Estos trabajos reportan resultados de diez áreas de estudio diferentes y se distribuyen entre las regiones de Valparaíso (33°S) a Los Lagos (42°S), en paisajes dominados por terrenos agrícolas, matorrales, plantaciones forestales y bosque nativo. Según Miranda et al. (2016), para el total de ambos períodos (1990-2000 y 2000-2010), considerando sólo las áreas estudiadas en ambos períodos, las cuales abarcan un 22% de la superficie terrestre de las Regiones de Val- paraíso a los Lagos, la pérdida neta total de bosque nativo es de 313.921 ha en dicho período . Esta pérdida neta se calculó como superficie inicial - superficie final de bosque nativo. En el período 1990-2000 la pérdida neta fue de 143.521, equivalente a un 10,8% del área de bosque nativo inicial al año 1990. En el período 2000-2014, dicha pérdida aumentó a 170.400 ha, lo que representa un 14,5% del total inicial al año 2000 (Miranda et al. 2016). La mayor pérdida de bosque nativo en el período 2000-2010 comparado con la década anterior se cumple en 7 de las 10 áreas de estudio. Heilmayr et al. (2016) reportan que entre las regiones de Valparaíso y Los Lagos, se han perdido 450.000 ha de bosque nativo entre los años 1986 y 2001, y 34.000 ha entre los años 2001 y 2011. Estos resultados se contraponen a lo reportado por las últimas actualizaciones regionales efectuadas por CONAF, en las cuales se concluye que la tendencia nacional es inversa, es decir hacia el aumento de la superficie de bosque nativo (CIREN-CONAF 2013; UACH-UFRO 2014). Lo anterior se debe principalmente a los cambios en los criterios de clasificación que han sido discutidos. La significativa pérdida de bosque nativo reportada para las Regiones de Valparaíso a Los Lagos durante las últimas dé- cadas por Miranda et al. (2016) y Heilmayr et al. (2016), puede explicarse ya que dichas regiones han estado expuestas a una gran presión por cambio de uso y cobertura del suelo del país debido a una alta concentración de algunas de las principales actividades económicas a nivel nacional. Las Regiones de Valparaíso a Los Lagos incluyen el 79% de las áreas urbanas e industriales del país, un 94% de la agricultura y un 98,7% de las plantaciones forestales de especies exóticas (principalmente Pinus radiata y Eucalyptus spp ). Además, en estas regiones se concentra la mayor proporción de incen- dios forestales, lo cual será analizado más adelante en este capítulo. Es decir, en esta zona se concentran las principales causantes de la pérdida de bosque en Chile en las últimas décadas (Lara et al. 2011), situación que se mantiene hasta la actualidad. 3.2.3 Degradación del bosque nativo Cuantificar y evaluar la degradación de bosques es sin duda una tarea compleja. La degradación corresponde a un proceso que tiene diversas causas, ocurre en diferentes formas y con una intensidad variable, y es percibida de manera diversa por la sociedad (FAO 2011). La degradación de bosques afecta directa e indirectamente a millones de personas que depen- den completamente o en parte de los bienes y servicios que generan los ecosistemas forestales a escala local, regional o global (FAO 2011). De este modo, representa un serio problema ambiental, social y económico (Simula y Mansur 2011). A nivel global se han propuesto diversas definiciones de degradación con diferentes propósitos (Lund 2009); desde aque-
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