Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

Viaje de Mr. Everest embriaguez. Mr. Everest cuenta que un aldeano dijo a un marinero inglés que había visto una montaña toda de co- bre, y que le llevaría adonde estaba. Pusiéronse en cami- no; y como la montaña no pareciese, el noruego juró que el diablo se la había llevado. Otro paisanv prometió a Mr. Everest venderle no muy caro todo el viento de que nece- sitaba para volver a su patria. La falta de limpieza es un defecto casi general. El ri- gor del clima los obliga a dormir en el único aposento don- de puede haber fuego; en él, hay una gran cama, llena de paja musga con pieles crudas: allí duermen todos los de la familia, o a la par o sucesivamente, según tienen necesidad de reposo. «En Dal, estuvimos algunos días en casa de un paisano; y si nosotros no lo pasamos muy bien, nuestro perro por lo menos descansó perfectamente en el lecho co- mún, donde lo hallábamos dormido por la mañana entre los muchachos y sus padres. Sus muebles tienen una limpieza que no suele extenderse a las personas, sino los días de fiesta. Entonces la mejillas rosadas de los niños y sus negros cabe- llos tendidos sobre sus espaldas nos los hicieron parecer dignos de mejor suerte. Uno de ellos leía la Biblia; y he observado que ni en la choza más infeliz deja de haber un libro de religión. En todas partes los pensamientos de la vida futura alivian las penas de este valle de lágrimas". 633

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