Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

Origen de la sífilis italianos el mal francés, y los franceses le llaman el mal de N ápoles, porque tampoco le habían visto ellos hasta aquella guerra; y de ahí se esparció por toda la cristiandad, y pasó en África por medio de algunas mujeres y hombres tocados de esta enfermedad, porque de ninguna manera se pega tanto como del ayuntamiento de hombre a mujer, como se ha visto muchas veces, y asimismo de comer en los platos, y beber en las copas y tazas que los enfermos de este mal usan, y mucho más en dormir en las sábanas y ropa do los tales hayan dormido; y es tan grave y traba- joso mal que ningún hombre que tenga ojos puede dejar de haber visto mucha gente podrida y tornada de San Lázaro a causa de esta dolencia, y asimismo han muerto muchos de ella; y los cristianos que se dan a la conversación y ayuntamiento de las indias, pocos hay que escapen de este peligro; pero, como he dicho, no es tan peligroso allá (islas y Tierra Firme de América), como acá (Europa), así por- que allá este árbol (el guayacán) es más provechoso y fresco, hace más operación, como porque el temple de la tierra es sin frío; y ayuda más a los tales enfermos, que no el aire, y constelaciones de acá. Donde más excelente es este árbol para este mal, y por experiencia más provechoso, es el que se trae de una isla que se llama la Beata, que es cerca de la isla de Santo Domingo, de la Española a la ban- da del mediodía". El año de 1535, Fernández de Oviedo dio a la estampa en Sevilla la primera parte de la Historia General y Natural de las Indias. En el capítulo 14, libro 2, y en el 2, libro 10, de esta obra, Fernández de Oviedo repite los que acaba de leerse acerca de existir el gálico, o sea las búas en las islas y Tierra Firme de América, y acerca de haberse trasmitido de allá a España, a Europa, y al resto del mundo. Esta aseveración de Fernández de Oviedo, fue adopta- da por varios autores contemporáneos más o menos respe- tables. 591

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