Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

Cap. 1. Primeras nociones de la tierra medida que nos elevamos en él. Si la densidad del aire se mantuviese siempre una misma, a diferencias iguales de al- tura corresponderían diferencias iguales en el peso de la atmósfera superincumbente. Subiendo a una altura de 1000 pies ingleses 1, dejamos debajo de nosotros un treintavo de toda la masa atmosférica, según nos lo indica el barómetro. Subiendo pues a 2000 pies, deberíamos dejar dos treintavos; a 3000 pies, tres treintavos; y así sucesivamente. Pero no es esto lo que sucede. El aire es, como todos los gases, extremada- mente compresible; y las capas inferiores, teniendo que so- portar todo el peso de las superiores, están sucesivamente más comprimidas: de que se sigue que la densidad de una co- lumna atmosférica debe ir disminuyendo progresivamente desde la superficie de la tierra hasta las regiones más elevadas de la atmósfera. En efecto, a 10.600 pies ingleses de eleva- ción (algo menos que de la cumbre del Etna) tenemos deba- jo de nosotros un tercio de la masa atmosférica, y a 18.000 pies {próximamente la altura del Cotopaxi) tenemos de- bajo la mitad; en lugar de 353 milésimos que corresponde- rían a la primera altura, y 600 milésimos a la segunda. Por cálculos fundados en observaciones y experimentos se de- muestra que, subiendo más todavía, el peso de la atmósfera superincumbente sería cada vez más y más de lo que co- rrespondiese a la altura perpendicular. El aire, pues, se va enrareciendo según nos elevamos sobre la superficie de la tierra, y su enrarecimiento es cada vez más rápido. Por los mismos cálculos, se demuestra que a la altura de un centé- simo del diámetro terrestre, la tenuidad del aire es tan grande que ni la combustión ni la vida animal podrían subsistir en él; y nuestros más delicados medios de apreciar una cantidad de este fluido, no nos darían indicio alguno de su presencia. Por lo tanto, los espacios que se elevan a mayor altura que la de 125.000 metros, pueden mirarse como vacíos de aire, y consiguientemente de nubes; pues éstas son meros agre- 1 El pie inglés tiene 0,30 f metros (Maltebrun). La vara castellana es al metro como 836 a 1000. (NOTA DE BELLO), 11

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