Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

.. ~ \,\ \ '"~ 1 :Jft,¡ 1""<-~ t'.~. • - I"'() ~ ,,¡ 1{"> .v , ,.. ~ ' 1r'\l-;,.~.,,\J "" ~ \,ít:.\. :· }i."i.i\ ,J.\. .. Viaje del capitán Head Jt 'I \, ~"~ .:J ~ q'f('' -Y/Ji ,;:,_<... curé informarme del guía y de los mineros sobre este fll1Ai:,.- to. Ellos por primera respuesta me mostraron silenciosa- mente las cruces, que de dos en dos, de tres en tres, y de cuatro en cuatro, se dejaban ver en todas direcciones; y luego me dijeron que, aunque la mina era enteramente in- accesible durante los siete meses de invierno, los mineros permanecían allí todo el año; que el frío ciertamente era intenso; pero que nada los asustaba tanto como los despia- dados temporales o ráfagas de nieve, a que estaban ex- puestos; los cuales venían tan de improviso, que muchos perecían envueltos en ellos, sin tener tiempo de salvarse, aunque sólo se hallasen a 15O varas de distancia de la cho- za como había sucedido a varios de los individuos que ya- cían bajo las cruces. Con tan funestos monumentos delan- te de mí, se me representaba vivamente la agonía de aque- Hos infelices, buscando a tientas la habitación, y luchando contra la irresistible violencia de la tempestad que no les dejaba respirar un momento. Rastreaba yo, o parecíame rastrear, por la posición de las cruces, las circunstancias de su muerte. Unos habían muerto apiñados en el camino, otros extraviados a más o menos distancia, haciendo vanos esfuerzos por hallarle. Uno de estos grupos excitaba par- ticular compasión. Durante un invierno rigorísimo, en que comenzaban a escasear las provisiones (reducidas casi enteramente a car- ne seca) una partida de mineros se ofreció voluntariamente a pasar la nieve y bajar al valle de Maipo en busca de ví- veres para sí y sus compañeros. Pero a pocos pasos de la choza, sobrevino un temporal, y perecieron todos. Las cru- ces manifiestan que todos habían perdido el camino: dos murieron juntos; otros, a diez varas de distancia, y el cuarto había trepado a la cima de un gran peñasco, desprendido del cerro, con el objeto, sin duda, de averiguar la situación de la choza. Los alrededores, en fin, de San Pedro N olasco, por todas sus circunstancias, forman la perspectiva más melancólica y horrorosa que he visto en mi vida .. . 465

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