Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

Los cocos y cochinillas pertenecen al orden de los in- sectos hemipteros, caracterizado por seis pies y cuatro alas, las superiores, por lo general, en forma de estuches crustá- ceos; sin órganos masticatorios, sino sólo una trompa o pico con que chupan los líquidos de que se alimentan. En las cochinillas, este pico propio de las hembras, es cortísimo, y cilíndrico, y está si tuado entre los dos primeros pares de patitas, y armado interiormente de tres filamentos agudos, con que punzan la corteza de los vegetales p ara extraer el jugo. Además, las hembras carecen de alas, y el macho tiene sólo dos, faltándole los estuches, lo cual presenta una anomalía en el orden. Estos insectos pasan, como otros muchos, por los cuatro estados de huevo, larva u oruga, ninfa o crisálida, y el de la forma perfecta, en que pro- pagan la especie. Las orugas, al salir del huevo, son muy ágiles, y corren de acá para allá sobre las ramas y hojas de la planta que habitan; pero su extremada pequeñez no per- mite verlas sin el auxilio de un lente. Las hembras, armadas del pico que hemos dicho, sorben el jugo de la planea; mu- dan varias veces la piel; y en llegando a cierto tamaño, se fijan definitivamente en un punto, prefiriendo para su ha- bitación las horquillas de las ramas, donde muchas especies se construyen un nido, que t apizan de una especie de borra o felpa, y en que experimentan su segunda metamorfosis. Llegadas al estado perfecto, crecen considerablemente, conservando siempre el pico. Las larvas de los machos, que son mucho menos numerosas, se fijan en las ramas sin to- mar alimento; su piel se endurece, y adquiere la forma de una concha, en que se verifica su trasformación en crisá- 433

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