Cosmografía y otros escritos de divulgación científica
~ \\TEIATq_,. ,~ '.( ~ ~ Versiones de Humboldt ~ f ON\lO 't- = B\'i\\.lOGR1'f\C0 ':. por sus columnas de granito, coronadas de árboles, y SlfS~ oocuMlllH\,• rocas aisladas prismáticas; 4 9 la de Quitana o Maipures, qu~/'¡, . ~ -- después de formar en el Orinoco la catarata de este nombre, '9S/DJ.i ~\ levanta al E. de este río las cumbres de Cunavami, el pico truncado de Calitamini, y el Jujamari, que se dice llegar a grande elevación; 5 9 la serranía del Sipapo, que, a la latitud de 4° 30' forma un enorme murallón dentado, que se pue- de mirar como el principio de aquella serie de altos mon- tes que cubren a distancia de algunas leguas la orilla derecha del Orinoco entre las bocas del Ventuari, J ao y Padamo (la- titud 30º 1 S') y a los cuales pertenecen Duida y Maraguaca, que son las cumbres más empinadas de la Parima 1 • Aquí empiezan los llanos del Casiquiare y del Río Ne- gro, sabanas que sólo a orillas de los ríos se cubren de bos- ques y que, sin embargo no presentan aquella uniforme continuidad que se observa en los llanos del bajo Orinoco, del Meta y de Buenos Aires. Levántanse en ellas grupos de colinas (los cerros de Daribaja, latitud 3°, longitud 69º, entre el Itinivini o Conorichite y las fuentes del T ama, que desagua en el Atabapo) y rocas aisladas de formas extrañas, que llaman de lejos la atención de los viajeros, y semejan a veces padrones viejos y edificios arruinados. Tal es el aspecto del suelo entre los 68º½ y los 70º½ longitud. Al O. del alto Río Negro (latitud 1 º a 2º¼, lon- gitud 72º a 74º) hay una meseta montuosa en que las tra- diciones de los indios sitúan una laguna de oro, esto es, circundada de capas aluviales auríferas. Las serranías men- cionadas pertenecen a la parte occidental del grupo de la Parima: sigámosle en su dirección oriental. Los montes del alto Orinoco al E. del raudal de Guaharivos (latitud boreal 1° IS', longitud 67º 88') se juntan con la serranía de Paca- raima o Pacaraimo, que separa las aguas del Caroní y del Río Branco, y abunda de talcos, que por su brillo plateado hicieron gran papel en la fábula del Dorado de Raleigh. La parte de esta serranía en que nacen las fuentes del Ori- 1 Véase la página 321. (NOTA DE BELLO) . 365
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