Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

Versiones de Humboldt primeras gustan tanto de la antropofagia, como la repugnan los últimos. Pero deben distinguirse unas de otras las diferen- tes ramas de la gran familia caribe, ramas tan numerosas como la de los mogoles y turcomanos. Los caribes del con- tinente, que habitan los llanos entre el Orinoco, Río Branco, Esequibo y las fuentes del Oyapoc, tienen horror a la cos- tumbre de devorar a los enemigos. No así los caribes que al tiempo de descubrirse la América habitaban algunas de las Antillas, y cuya ferocidad hizo sinónimas las voces caribe, caníbal y antropófago. Vemos contrastes extraordinarios, y por decirlo así, caprichosos en este caos de pueblos y de tri- bus, de las cuales unas se alimentan de peces, monos y hor- migas, y otras son más o menos dadas a la ·agricultura, a la fábrica y pintura de alfarería, y a los tejidos de hamacas y telas de algodón; y lo más raro es que muchas de esta segunda clase conservan los hábitos de atrocidad que las primeras ig- noran totalmente. "Las reprimendas de los misioneros no producen más efecto en los indios, en cuanto a corregirlos de tan depravada práctica, que producirían sobre nosotros las de un brama del Ganges que, viajando por Europa, nos afease la costum- bre de alimentarnos de animales. A los ojos del indio, el in- dio de otra raza no es animal de su especie, matarle no lepa- rece más injusto que matar a los jaguares de la selva. ¿ Y por qué nos hemos de admirar de esta propensión de los pueblos del Orinoco, cuando tenemos ejemplos terribles de lo que ha sucedido aun entre pueblos civilizados en tiempo de escasez? La práctica de que hablamos, cundió en Egipto, en el siglo XIII, por todas las clases de la sociedad. Poníanse asechanzas unos hombres a otros; los que tenían hambre se decían enfermos, y llamaban médico, no para consultarle, sino para comérsele. Alá Alcatif, testigo ocular y verídico, nos asegura que este uso de la carne humana, mirado al prin- cipio con abominación, llegó a no causar la menor extra- # ,, neza . Dejemos ya el Casiquiare, y retrocediendo a la bifurca- 337

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