Cosmografía y otros escritos de divulgación científica
Naturaleza Americana vés, y de más de dos pies de largo. Empieza a dar flores a los quince años de edad, y la inflorescencia es entre marzo y abril; los frutos maduran a fines de mayo, y algunos tron- cos los conservan hasta agosto. Son del tamaño de la cabeza de un niño, teniendo a veces hasta 12 a 13 pulgadas de diámetro: y por consiguiente hacen gran ruido cuando caen de la cima de los árboles. Nada es más a propósito para ha- cernos admirar la valentía de las fuerzas orgánicas en la zona equinoccial, que aquellos grandes pericarpios leñosos, como el del coco marítimo, la Lecythis y la Bertholletia. Este úl- timo árból forma en menos de 5O o 60 días un pericarpio cuya parte leñosa tiene media pulgada de grueso, y es difícil de aserrar aun con los instrumentos más afilados. Pero un gran naturalista 1 ha observado que la parte leñosa de los fru- tos suele adquirir un grado de dureza a que rarísima vez llega el tronco de los árboles. El pericarpio de la juvia pre- senta rudimentos de cuatro o cinco celdillas, y contiene des- de 15 hasta 22 nueces triangulares, pegadas a una pared o columna central, las cuales, desprendiéndose con el tiempo y moviéndose libremente dentro de la gran ,cubierta· esférica, hacen un ruido que excita en sumo grado la golosina de los monos. Cada nuez tiene dos cortezas: la exterior huesosa, de color acanelado, y cubierta de pequeñas prominencias; la interior membranosa y amarillenta. Son muy agradables al gusto, cuando frescas; pero el aceite de que abundan, al paso que las hace interesantes a las artes, las enrancia muy presto, y muchas de las semillas pierden, por la descomposición del aceite, la facultad de germinar, antes que el tegumento le- ñoso del pericarpio se abra en la estación de las lluvias ·por . efecto de la putrefacción. Los monos (aunque se oiga decir frecuentemente lo contrario) carecen de medios para hender o perforar las juvias, de lo que solamente son capaces el acure y la lapa 2, por la estructura de sus dientes y por la increíble constancia con que persisten en sus trabajos destructores. 1 Richard, Analyse áes f ruits, p. 9. (NOTA DE HVMBOLDT). 2 Cavia Ag11/i y C. Paca. (NOTA DE HVMBOLDT). 328
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