Cosmografía y otros escritos de divulgación científica
En un poema caballeresco, el Morgante Maggiore de Pulci, compuesto a mediados del siglo décimoquinto, se encuentra un pasaje, que aJ).uncia del modo más claro el descubrimiento de América. Este pasaje se contiene en las estancias 229, 230 y 231 del canto XXV. He aquí la idea que da de él M. Ginguené, en su Historia literaria de Italia. El diablo Astarot va al Egipto en busca de los paladines Reinaldo y Ricardeto, y les anuncia su misión; él se mete en el cuerpo de Bayardo, que era el corcel de Reinaldo, y su camarada Farfadete en Rabicán, caballo de Ricardeto, y ambos arrebatan por los aires a los dos caballos y a los dos caballeros. Al segundo día de este viaje aéreo pasan por sobre el estrecho de Gibraltar, y Reinaldo, reconociendo el lugar, pregunta a su conductor qué era lo que en otro tiempo se ent"endía por las columnas de Hércules. ttEsa expresión", responde Astarot, "ha tenido su origen en un antiguo error, que ha durado en el mundo muchos siglos. Es una vana y falsa opinión la de los que creen que no se puede navegar más allá. El agua es plana en toda su extensión, aunque ella y la tierra tengan la forma de una esfera. La especie humana era entonces ignorante y grosera. Si Hércules resucitase, se avergonzaría de haber plantado esos dos postes, porque las naves pasarán más allá. Se puede ir a otro hemisferio, por- que todas las cosas gravitan a su centro, y por un misterio divino la tierra está suspendida entre los astros. Debajo de nosotros hay ciudades, castillos, imperios; pero la antigüedad lo ignoraba. Esos pueblos se llaman antípodas; adoran a los falsos dioses; tienen, como vosotros, animales y plantas; y también viven en guerra unos con otros". 267
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=