Cosmografía y otros escritos de divulgación científica
Cap. Xlll. De los eslre/101 A más de las causas referidas del color de las estrellas hay otra que aumenta la viveza de su resplandor, y es la luz que les comunican las estrellitas compañeras, a las estrellas dobles, como observa Cristiano Mayer, que dice: que las estrellas dobles m.ís conspicuas, cuyo movi- miento propio es más sensible que en otras de la misma clase, tienen mayor número de estrellitas compañéras: la estrella doble Arcl11ro tiene 14 estrellitas: Sirio el mismo número, el Ág11íla nueve, la Lira ocho &a; y tanto será mayor el aumento de luz de las estrellas principales, cuanto es el número de las estrellitas cercanísimas que la rodean. 9 Las estrellas en todos tiempos se habían visto como términos y lí- mites, que con su situación fija servían para conocer el movimiento de los planetas, sus órbitas y otros fenómenos semejantes. Ellas se habían llamado fijas, porque se creían siempre inmóviles en un mismo punto del cielo; y el movimiento diurno que se advierte en ellas, se juzgaba provenir de una esfera, que los antiguos llamaban cielo estrellado, el cual cada día se suponía dar una vuelta, sin que por esto ninguna es- trella mudase de sitio. Los modernos conociendo que la tierra cada día da una vuelta sobre su eje, de occidente a oriente, conciben muy bien la quietud de las es- trellas; las cuales por la rotación diurna de la tierra, aparecen dar una vuélta cada día alrededor del orbe terrestre; según, esto, se entiende e infiere claramente, que este movimiento de las estrellas es aparente. Otros movimientos se observan en las estrellas y vamos a exponerlos. Otra clase de movimiento es el que se llama precesión, o mudanza de longitud¡ para cuya inteligencia debe suponerse que la longitud de las estrellas, se cuenta desde el punto en que sucede el equinoccio de prim:iver:i, o en que b eclíptica corta al ecuador en el principio del signo zodiacal llamado Aries. En esta suposición, si se advierte que las estrellas, en el discurso de algunos años, mudan de longitud, es nece- sario decir, o que ellas tienen movimiento rotatorio, o que le tiene el punto dicho en que la eclíptica corta al ecuador. Así, por ejemplo, cuando vemos que la estrella zodiacal 11:imada Leó,i, tiene de longitud 4 signos, 26° y 53': y que 128 años antes de Cristo, en tiempo de Hiparco, tenía de longitud 4 signos menos diez minutos, desde luego inferimos, o que la dicha estrella se ha apartado 26º 43' del punto desde donde se cuenta su longitud: o que este punto ha retrocedido, o se ha apartado el número dicho de grados y minutos de la estrella. Los antiguos con Hiparco, creían que las estrellas se iban poco a poco apar- tando dél punto en que sucede el equinoccio de la primavera¡ y llam:i- ban año grande, o platónico, el tiempo que ellas . t:irdab:m en volver otra vez :il mismo sitio, cuyo movimiento es de 25,920 :iños. Los modernos nieg:in este movimiento a las estrellas, y suponen que cada año va retrocediendo el dicho punto en que sucede el equinoccio 179
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