Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

Cosmografía miento de un gran centro, alrededor del cual da vueltas todo nuestro sistema y aun todo el universo de las estrellas. "Las Pléyades, ha dicho, son el grupo céntrico de la falange de las estrellas fijas limitadas por la vía láctea, y Alcyone es la estrella individual de este cuerpo, a que puede asig- narse con mayor probabilidad el carácter de verdadero sol central". Él calcula que la distancia de este sol de soles es como 34 millones de veces el radio de la órbita de la tierra; de manera que la 1uz necesita 537 años para atravesar el espacio que lo separa de nosotros. Calcula también que el período de la revolución de nuestro sol con su numeroso cortejo de planetas, satélites y cometas en torno al gran centro, es de 18 millones y 200,000 años. Pero estos anun- cios son demasiado recientes para que hayan podido confir- marse o refutarse *. 10 Echando una mirada a los cielos en una noche serena, observaremos de trecho en trecho ciertos grupos en que las estrellas están como más condensadas que las de las regio- nes vecinas. En las Pléyades o Cabrillas se notan seis o siete si se las mira· de frente, y muchas más si se vuelve la cara a otro lado, manteniendo la atención fija en ellas. Con el telescopio se ven hasta 5O ó 60. Otro grupo hay en la • Gran número de estrellas tienen movimientos propios. El más rápido es el de la estrella l 83 O Groombridge que es de cerca de 8" por año. Existen hoy cerca de 20 estrellas cuyas paralajes y, por consiguiente, sus distancias a la tierra, se conocen con alguna precisión. Por ejemplo, de alp,Jz¡, del Centauro b luz llega a la tierra en cuatro años y medio; de Sirio, en 9 años. De las más pequeñas estrellas visibles sin instrumento, se calcula que la luz emplea en llegar a la tierra l '40 años y de las más pequeñas que pueden verse con t elescopios, varios millares de años. Se conoce la componente de la velocidad de varias estrellas en el plano tangente a la esfera celeste. Es de 23 kilómetros por segundo para olpho del Centauro, de 17 km. para Sirio y de 55 km. para la 61 del Cisne. Los movimientos propios de las estrellas son, en general, uniformes. Sin embargo, el mcvimiento de Sirio sufre de irregularidades que Bessel atribuyó a l a atracción de una estrella vecina invisible. Este astro fue descubierto en 1862, confirmando la hipótesis de Bcssel. Se le llama el compañero de Sirio y sus posiciones concuerdan con las que se habían calculado antes de su descubrimiento. (NoTA ni; F. J. DuAllTE). 172

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