Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

Cosmogra/la entre la inmensa multitud de las estrellas de esta última clase, debe haber muchas cuya luz haya tardado a lo menos mil años en llegar a nosotros; de modo que cuando obser- vamos sus posiciones y notamos sus varios aspectos, esta- mos leyendo una historia de más de mil años de fecha. Recientemente se han encontrado paralajes de estrellas fijas por tres eminentes astrónomos: Bessel de Koenigsberg, Struve de San Petersburgo, y Henderson de Edimburgo. La estrella en que ha trabajado Bessel, es la 61 del Cisne; su distancia se ha calculado en 670,000 veces el radio de la órbita terrestre; es decir, en 23 millones de millones de leguas. La imaginación desfallece al querer abarcar tan vastos espacios. 4 De las dimensiones reales de las estrellas no nos da in- forme alguno el telescopio; el disco en que nos las muestra, es una ilusión óptica, que se debe a su brillo. Su luz es lo único que puede darnos algún indicio. La de Sirio, según experimentos fotométricos de Wollaston, es a la del sol, como 1 a 20,000,000,000. Para que el sol nos pareciese pues no más brillante que Sirio debería retirarse a 141,400 ve- ces su distancia actual, supuesto que la intensidad de la luz decrece en razón inversa del cuadrado de la distancia. Por otra parte, de lo que se ha dicho en el número anterior se sigue que la distancia de Sirio es de más de 200,000 veces el radio de la órbita terrestre. Luego, según el cómputo ~ás moderado, la luz que Sirio derrama es a la que derrama el sol como el cuadrado de 200 es al cuadrado de 141: excede, pues, sin duda dos veces a la que el sol emite; y consiguien- temente Sirio es (juzgando por su esplendor intrínseco) igual, cuando menos, a dos soles, y probablemente mayor. 166

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