Cosmografía y otros escritos de divulgación científica
Cosmografía ral, una sección cónica. El género de la órbita se determina por la intensidad del impulso inicial que se combina con la potencia atractiva; y lo más notable es que la dirección del impulso no influye sobre este resultado, sino sobre las di- mensiones de la órbita. Es probable que haya cuerpos celes- tes que describen parábolas o hipérbolas; pero si los hay, sólo podemos verlos una vez, y cuando se retiran de noso- tros, es para no volver jamás. 4 Pero no basta considerar aisladamente cada cuerpo de los que componen nuestro sistema planetario. Como todos ellos se atraen unos a otros, y sus posiciones recíprocas son extremadamente varias, no pueden menos de perturbarse mutuamente; y de aquí resulta que su movimiento no es exacta sino sólo aproximativamente elíptico; lo que ofrece otra prueba más en favor de la gravitación universal. Así el movimiento elíptico de la luna en torno a la tie- rra es perturbado por la acción del sol. Si este astro los atra- jese igualmente, sucedería que al mismo tiempo que ambas girasen alrededor del sol, describiría la luna verdaderas elip- ses alrededor de la tierra. Pero encontrándose aquélla unas veces más y otras menos lejos del sol, experimenta desigual- dades en su gravitación, y por tanto en sus movimientos. En las conjunciones, la luna está entre la tierra y el sol; y por consiguiente el sol la atrae más, y aumenta su distancia a la tierra. En las oposiciones, al contrario, la tierra e~ más atraída por el sol, y se retira por consiguiente de la luna. Crece pues el radio vector de la luna en las sicigias, y men- gua en las cuadraturas. Por otra parte, estas causas obran con más poder en el perihelio que en el afelio de la tierra; nueva fuente de desigualdades que se combinan con las prece- dentes, y que terminan y se reproducen cada año, como las otras cada mes. El movimiento de los nodos de la órbita 140
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