Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

Cap. IX. Del sistema planetario El disco de Júpiter presenta en cierta dirección parti- cular rayas o fajas que varían de situación, magnitud y forma, y aun parecen de cuando en cuando partirse y des- parramarse sobre toda la superficie. Pero esto último es raro. Los espacios oscuros se consideran como partes del cuerpo del planeta, y los luminosos como nubes trasportadas por los vientos en diversas direcciones y con diferentes veloci- dades. Su figura es manifiestamente un elipsoide, comprimi- do, como la tierra, hacia los polos; compresión o achatamien• to que exactamente correspo~de a las dimensiones del plane- ta y a su velocidad rotatoria. Su diámetro aparente varía de 30" a 46". Lleva consigo una bella comitíva de cuatro lunas o satélites, que giran en torno a él de occidente a oriente, en planos que casi coinciden con el del ecuador del planeta. Los tres interiores atraviesan la sombra de Júpiter y se eclipsan en cada una de sus revoluciones, lo que no sucede al cuarto, que por la mayor oblicuidad de su órbita deja en algunas de eclipsarse. Ocúltanse a veces detrás del primario; y otras se proyectan sobre el disco, y entonces se muestran bajo la for- ma de puntos brillantes o de opacos lunares. Este último fenómeno ha hecho creer que llevan en sus cuerpos o en sus atmósferas manchas oscuras de considerable extensión. Pe- queños como parecen, son globos de bastante magnitud: el diámetro del más cercano a Júpiter es de más de 2,200 mi- llas; el del segundo, 1,800; el del tercero, 3,000; y el del cuarto, 2,500. Sus revoluciones siderales son, en el mismo or- den 1 4 18", 3 4 13\ 7 4 4", 16 4 16½ \ Sus masas 173, 232, 885 y 427 diez millonésimas del planeta primario. El descubrimiento de los satélites de Júpiter por Galileo fue uno de los primeros frutos de la invención del telesco- p io, y una de las épocas más memorables en la historia de la astronomía. De ella data la primera solución astronómica del gran problema de las longitudes terrestres, tan impor- tantes a la navegación y a la geografía: los diversos aspec- tos de estos satélites han servido de señales para calcularlas. Además, la observancia de las 1eyes de Képler en esta pri- 127

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