Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

Cap. IX. Del sistema planetario una misma influencia, que se extiende desde el centro hasta los últimos límites de este vasto sistema, de que fa tierra misma es un miembro. Debe notarse, con todo, que la fórmula de esta tercera ley no es enteramente exacta. Según su verdadera expresión, el cuadrado del tiempo periódico es proporcional a una frac- ción que tiene por numerador el cubo de la distancia media, y por denominador la masa del sol, más la masa del respec- tivo planeta. Siendo la masa del sol incomparablemente ma- yor que la de cualquiera de lGs planetas (la de Júpiter, por ejemplo, que es el más grande, no llega a un milésimo de la masa solar), el denominador es como una cantidad invaria- ble, y la fórmula se reduce aproximativamente a la ley de Képler. 7 Los elementos de la órbita de cada planeta son: 1 9 la magnitud y forma de su elipse; 2<? la situación de la elipse en el espacio; y 3 9 la situación del planeta en la elipse en un momento dado. La magnitud y forma de la órbita se determinan por su máxima longitud y su máxima anchura, esto es, por sus dos ejes, mayor y menor, de cuya proporción resulta la excen- tricidad de la órbita. Los astrónomos prefieren para esa de- terminación el semi-eje mayor y la excentricidad, que es la raíz cuadrada de la diferencia de los cuadrados de los semi- ejes. Si, por ejemplo, el eje mayor es 1O, y el menor 8, la excentricidad será 6; que expresada, según el uso astronó- mico, en partes del semi-eje mayor, es 0·6. La situación de la elipse en d espacio se determina con relación a la eclíptica; y depende, a su vez, de tres datos: 1 9 la inclinación del plano de la órbita al plano de la eclíp- tica; 2<? la línea de intersección de estos dos planos, que pa- san necesariamente por el sol; y 3 9 la longitud del perihelio de la órbita. Los dos primeros datos fijan la situación del 123

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