Cosmografía y otros escritos de divulgación científica

Cap. IX. Del sistema planetario ' al sol; la cual puede ser oriental u occidental. Cuando se hallan al este del sol, resplandecen en el occidente al anoche- cer, y se llaman luceros de la tarde. Cuando están al oeste de aquel astro, le preceden al amanecer en la parte oriental del cielo, y se llaman luceros de la mañana. Venus, que es el que vemos a menudo, es al que damos ordinariamente el nombre de lucero. Acercándose al sol, dejan de sernos vi- sibles, porque su luz solar los ofusca; unas veces pasan por detrás del sol, otras delante; y en este último caso suelen proyectarse sobre el disco solar, bajo la forma de pequeñas manchas negras, redondas, bien definidas; fenómeno llama- do tránsito, análogo al del eclipse del sol, ocasionado por la interposición de la luna. La conjunción, o mínima distan- cia angular al sol, se llama inferior, cuando el planeta pasa por entre este astro y la tierra; y superior, cuando pasa por detrás de aquel astro. E [fig. 10] Sea S (fig. 10) el sol: abe la órbita de Mercurio o Venus y ABC la órbita de la tierra, circulando estos tres cuerpos en una misma dirección, que es la de la flecha. Supongamos que, cuando el planeta inferior está en a, la tierra se halla en A, en la dirección de la tangente aA; el planeta aparece- rá entonces en su máxima elongación, porque el ángulo aAS será mayor que en cualquiera otra situación del planeta. Si la tierra se mantuviese fija en A, el lapso del período sideral del planeta inferior, o su retorno al punto a, esto es, a la misma situación respecto de las estrellas, reproduciría aquella máxima elongación. Pero la tierra no se mantiene 119

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