Plan piloto para un catastro de tierras adquiridas por CONADI
149 5.3.2.1 Aspectos Edafoclimáticos y Manejo Agronómico 5.3.2.1.1 Aspectos Edafoclimáticos El suelo es uno de los factores determinantes de la productividad agrícola y forestal. Conociendo sus cualidades en conjunto y con el manejo adecuado, permitirán el crecimiento y desarrollo óptimo de las especies cultivadas. La clasificación de los suelos en función de sus propiedades físicas o factores de formación como la textura superficial (capa arable) o la topografía (relieve, pendiente), nos permite ordenarlos para señalar su adaptabilidad a ciertos cultivos, conocer sus limitantes y/o evaluar los riesgos y prácticas adecuadas para su conservación (CIREN, 2002), así como comprender su importancia como recurso natural no renovable y medio para el desarrollo de especies vegetales, animales, actividad humana, entre otros. La región de La Araucanía cuenta con suelos de formación reciente derivados de cenizas volcánicas, entre ellos los Andisols o conocidos como “trumaos”, que presentan excelentes características físicas y morfológicas que permiten su uso para el cultivo. Poseen grandes cantidades de fósforo, no obstante, éste se encuentra en formas no disponibles para las plantas, requiriendo un manejo adecuado en torno a la fertilización fosfatada para obtener rendimientos altos. Así también, encontramos suelos Ultisol y Alfisol, suelos rojos y arcilloso que parten desde el sur de la VIII Región y que se encuentran en torno a la Cordillera de la Costa (CIREN, 2002). En los siguientes apartados, se describen brevemente las series de suelo y distritos agroclimáticos que representan a los sectores encuestados en cada Unidad Territorial. Araucanía Andina En la zona que comprende la comuna de Cunco y Vilcún, se presentan suelos de las Series Cunco, Pemehue, Los Prados y San Patricio (Andisol), formados por cenizas volcánicas o sus depósitos. Son suelos profundos a moderadamente profundos, de clase textural franco limosa en superficie, mientras que en profundidad se encuentran texturas franco limosa a franco arcillo limosa. La topografía es casi plana hacia las zonas de la Depresión Intermedia (1 a 3%), mientras que en precordillera y cordillera varía entre ondulada a lomajes (5 a 30%). La permeabilidad de estos suelos es descrita como “moderada”, con drenaje bueno a imperfecto. Según el sector, es posible encontrar suelos con Capacidad de Uso II, III, IV, VI y VIII (descripción en Anexo 10.1). Hacia Lonquimay, la zona presenta distintos tipos de suelo que Peralta (1980) clasificó en función de su origen y capacidad. Las series “Lolén” y “Guaylepulli” representan, por su ubicación, al sector encuestado. La primera, está formada en material volcánico, cenizas y escorias, presenta un suelo profundo con textura Franco arenosa en superficie y en profundidad, de drenaje excesivo y buen arraigamiento. El relieve es escarpado con pendientes que fluctúan entre 17,5% y 200%. La serie Guaylepulli es un suelo profundo formado por arenas de naturaleza volcánica y presenta textura areno francosa en superficie y profundidad. Las pendientes son complejas (de lomaje y cerros) variables de 6 a 50%, de drenaje rápido, buen arraigamiento. Ambas series constituyen clases de Capacidad de Uso VI y VII, de aptitud forestal y ganadera.
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