Los constituyentes de 1925
Seminario de Derecho Público ra de Diputados, en cuanto a la naturaleza de sus funciones y atr1bucion~1, y a su composición, porque no se ve el objeto dt! que el Senado sea también, como la Cámara de Diputados, una corporación elegida en votación popular en relación al número de habitantes." Como se ha expuesto en las páginas anteriores, el proyec– to del Presidente de la República trataba, por todos los me– dios, de evitar la esterilidad parlamentaria que se habia he– cho sentir por algún tiempo en nuestro país. Numerosas dis– posiciones tendían a ese objeto; entre otras, proponia que 3c estableciera un plazo para la aprobación o para el rechazo au– tomático de las leyes que pasan de !,a Cámara de origen a la revisora, con el fin de que los asuntos tuvieran una resolución y no se mantuvieran indefinidamente en los archivos del Con– greso. Como fuera desechada esta indioación, el señor Ales– sandri insistió en que se dotara al Jefe del Estado para pedir la urgencta. en el despacho de las leyes, indioación que fué apro– bada en los términos que aparece en la Constitución vigente. En los casos de desacuerdo entre el Presidente de la Re– pública y el Congreso, con motivo del veto de una ley, propuso que se facultara al primero para llamar a la Nación a un ple– biscrto que dirimiera el confhcto, para evitar los roces que pu– dieran presentarse entre estos poderes. Discutida la insinua– ción, sólo se aceptó para los casos de observaciones ,a los pro– yectos de reforma constitucional. El señor Alessandri insistió en la necesidad de incorpo– rar un artículo: "que obligue a las Cámaros a establecer la clausura de los debates por simple mayoría en sus reglamentos internos, pues el abuso del derecho de hacer uso de la palabra en las discusiones llegó a constituir últimamente un vicio de tal magnitud, que impuso la reforma llevada a cabo en enero de 1!}24. Con semejante disposición se evita el entroniza– miento de caudillos y las reacciones que matan el régimen de– mocrático de los pueblos. Tal régimen debe consistir en el Go– bierno de la mayoría, de modo que es indispensable dejarlas en situación de poder resolver por si mismas cuando lo estimen necesario." , 'l'~ •;•~ Cuando se debatía el problema de la reelección presidencial, el personaje que nos preocupa, dijo: "Es una cuestión puramen– te teórica; en la práctica esto no tiene importancia, porque, ningún hombre que haya sido Presidente de Chile, querrá ser reelegido." En un principio, el señor Alessandri proponia algunas atri – buciones para el Primer Magistrado que parecian excesivas. Po– co a poco, fué comprendiendo que eran innecesarias y no i n– sistió en ellas. Creía que debían dictarse las medidas necesa– rias para dejar a este funcionario, dentro de la esfera que le corresponde, como seria la dictación del escalafón administra- ) 28 (
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