Los constituyentes de 1925

Seminario de Derecho Público nir acerca de la capacidad de los hombres que se van a encar– gar del gobierno de la República. Mientras este defecto no se corriga -estima él- no será posible aspirar a una mayor selección de los gobernantes y con– secuencialmente encauzar las actividades nacionales, de cual– quier orden que sean, en un sentido de mayor patriotismo, mo– ralidad y trabajo. "En el Congreso Nacional se ven los graves males que pro– duce este mismo defecto de la Constitución. Mientras este sis– tema continúe se producirá una constante variación en las fuer– zas políticas de gobierno y oposición, conforme a los intereses de los partidos, que impedirá llevar a cabo un plan ordenado y concreto de trabajo. "Es evidente que el sistema democrático r epresentativo ha hecho crisis y que es necesario su.bstituírlo por otro, de verda– dera justicia social, en el que se elimine esta forma de repre– sentación que raras veces corresponde al sentir de aquellos que, en realidad, laboran por el progreso del país". Respecto a la descentralización administrativa, -estima --que se hace sentir la falta de normas concretas que concluyan con esta centralización casi absoluta actual, que ha causado el atraso de casi todas las provincias del país. En cuanto a las posibles reformas de que podría ser objeto la Carta Fundamental, cree necesaria una disposición concer– niente a la delegación de facultades legislativas en el Ejecuti · vo. "Los efectos de la no existencia de tal artículo, han tenido por consecuencia que, en varias ocasiones, el Gobierno haya de– bido prescindir del acuerdo del Congreso en materias que cons– titucionalmente debieron ser objeto de una ley". Don Carlos Villarroel nos ha dado, también, su opinion sobre un proyecto para la unificación de los Capítulos VIII y IX de la Constitución. Nos ha manifestado que considera el proyecto informado por un criterio real e inteligente. Cree, sí, que las funciones que se asignan, en dicho pro– yecto, a la Asamblea Provincial y la Municipalidad, convendría más atribuírlas a una sola corporación, con un mínimo de 10 y un máximun de 20 miembros, por ejemplo, a la cual se le con– cederían todas las facultades que se reparten entre los dos cuer– pos propuestos. Así -dice él- se contaría con un número suficiente de personas capaces de estudiar y solucionar los problemas regio– nales y se eliminaría ún cuerpo numeroso, en el que segura– mente tendría cabida preferente la lucha política, con desmedro de los problemas regionales y nacionales. El señor Villarroel es un hombre de ideas bien definidas en temas constitucionales y políticos. En su vida de hombre ) 262 (

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