Los constituyentes de 1925

Seminario de Derecho Pftblico El proyecta <le reforma constitucional pt·esentado por el señor Alessandri fué, en general, aprobado por la sub-co. misión respectiva; pero, en las úlUmas sesiones de la gran co– misión consultiva, se hicieron serias críticas al sistema de Go– bierno propiciado por el Presidente de la República. Por UYJOS momentos, se temió el desistimiento de sus ideas; pero, en un magnífico discurs:>, hizo la defensa del proyrc.o del Gobierno, expresando entre muchas otras opiniones: "Pero, dejando a un lado estas cosas, y volviendo al régimen establ•c;do en e! pt·,,yecto. debo decir la mentalidad con que han sido red:lcbdas sus disposiciones." "¿Cuáles han sido nuestros males'?" --''La rotativa ministerial en forma morbosa, que imposibi– litaba en absoluto la marcha administrativa de este país, y que nos exponía casi a la vergüenza internacional. Porque es in· comprensible para los demás países del universo, este régimen del Gobierno de Chile, con Ministros de kaleidoscopio que ha– cen absolutamente imposible la administración pública. Por– que, si hay un negocio simple para un industrial cualquiera, se necesita de cierto tiempo para conocerlo; ¿cuánto más tiempo se necesitan't para penetrarse de los vastos problemas difici– les y complejos de la administración pública? "Y, ¿qué es lo que ha ocurrido en nuestra vida politica desde hace tiempo?, que los Ministros eran derribados de sus puestos cuando comenzaban a conocer los problemas encomenda– dos a su estudio, cuando comenzaban a orientarse sobre las ne– cesidades públicas." "Otro de los grandes males de nuestro sistema de Gobier– no era el siguiente: la intervención absoluta de los parlamen– tarios, o sea, de los partidos políticos, con sus inten:ses, am– biciones y pasiones partidaristas, en la administración públi– ca, hasta el punto de que es un hecho que está incrustado en la conciencia de todos nuestros conciudadanos, la idea de que en realidad de verdad, el Gobierno de Chile era el gobierno irresponsable del parlamento, bajo la responsabilidad directa del Presidente de la República y de los Mi nistros de Estado." "El Parlamento tenía en sus manos esta arma: la de de– cirle a cualquiera de los Ministros: si Ud. no hace esto; si Ud. no me da este destino, si no accede a este negocio que yo pa– trocino; si Ud. no acepta la exigencia que yo le formulo, tengo a mis espaldas un partido político qeu me ampara, que ampara mis prerrogativas parlamentarias, y yo con él lo derribo de su puesto de Ministro." "De manera que la vida administrativa del Presidente de le República y de los Ministros, estaba colocada y expuesta en cada instante a esta alternativa : o ceder a la buena, o a la ma– la, en lo que pedía el parlamento, o dejar el puesto." ) 22 (

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