Los constituyentes de 1925

Romualóo Silv:i Co-ctés 1 Nació en la ciudad de La Serena en 1880 y a temprana edad dió comienzo a sus estudios jurídicos, logrando recibir su titulo de abogado el 17 de Abril de 1900. Veinte años per– maneció dedicado el ejercicio de su profesión; llegó a desem– peñar el cargo de Vicepresidente del Instituto de Abogados de Chile y, desde 1901 a 1911, la cátedra de Derecho Civil y Pro– cesal de la Universidad Católica, en la que preparó en forma so bresalien'te a varias generaciones de distinguidos profe;,ionales. Su actuación diplomática ha sido destacada. Desempeñó ad-honorem, los cargos de Agregado a las Embajadas ante Francia y la Santa Sede. Además, formó parte de varias comi– siones de estudio en Europa y EE. UU. de donde trajo expe– riencia de ideas de gran utiildad para el país. Ha sido Diputado durante quince años, como representan– te de las siguientes agrupaciones departamentales : Santiago (1906-1912), Yungay-Bulnes (1912-1918), Caupolicán (1918- 1921). En el Senado representó a Maule desde 1921 a 1924 y perdió su investidura debido a la disolución del Congreso. Al año siguiente, fué elegido nuevamente Senador, esta vez por la agrupación provincial de Maule, Linares y Talca, cargo que sirvió durapte dos perioaos sucesivos (1925-1938). Alguien ha dicho, anali~ando los 32 años de vida parla– mentaria del Sr. Silva Cortés, que él representa el prototipo del "padamentario clásico." Ha sido Presidente de varias comisiones de la Cámara de Diputados y del Senado de la República, en las cuales siempre le ha cabido una destacada labor. En sus discursos se muestra siempre respetuoso de las ideas de su adversario. Así, se ha podido decir con entera jus– ticia que "aun en los casos más vehementes de su actuación parlamentaria, o en los momentos en que las pasiones lanzan un grito de intolerancia y de violencia, él no ha salido del res– peto a su investidura, al recinto donde se elaboran las leyes, o a sus colegas de tareas legislativas." En sus piezas oratorias hace gala de un estilo correcto, y de proyecciones inspiradas en los más diversos ternas de espí– ritu público. Entre las más celebradas se cuentan las que pro– nunció sobre el problema del carbón (Senado, sesión de 27 de Octubre de 1922), la que versó sobre la estabilización de la mo– neda, (Cámara, sesión de 22 de Noviembre de 1919)' y otra sobre el régimen municipal. En la sesión de fecha 8 de Octu– bre de 1930, de la Comisión Mixta de Presupuestos, se opuso ) 231 (

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