Los constituyentes de 1925

Bei·nacóo Quicoga González I Nació en Santiago, el 18 de Abril de 1900. Hijo de don ·Bernardo Quiroga Serey, chileno, y doña Joaquina GonzálP-z .Ruiz, española. Su padre, desde muy joven, miiitó en el Partido Democrático, de modo que su hijo Bernardo, nació democrático y pertenece a este Partido desde los 16 años. Hizo sus primeros estudios en el Colegio La Salle, de los Padres Salesianos, para pasar al Liceo Santiago, hoy Valent•n Letelier, donde cursó desde la to Preparatoria hasta el 2° año de Humanidades, para continuar en el Instituto Nacional. La aflictiva situación económica de su padre !o obliga a estudiar un oficio, optando aprender relojería, que practica du– rante el año 1914 solamente, pues su inquietud por capacitarse y llegar al campo de la ingeniería, anhelo de su infancia, !o ha– ce seguir el curso de Subingeniero Civil el año 1915, el que ter– mina el año 1917 en forma brillante. Como estudiante. le toca ser delegado de la Escuela de Sub– ingeniería a la Federación de Estudiantes de Chile, en la époc!I. gloriosa de esta institución, cuando libraba esas memorab1et1 campañas estudiantiles que harían época en nuestra vida insti– tucional. Terminados sus estudios de subingeniería, se incorpora de lleno a las actividades de su profesión, dedicándose, especial– mente, al campo de la hidráulica agrícola, habiéndole tocado in– tervenir en casi la totalidad de las grandes obras de riego. Dedica todo su tiempo disponible a su Partido, ocupando puestos directivos en la Asamblea de Santiago, y llegando a sef miembro del Directorio General. Sus actividades las ha desarro. Jlado especialmente en los cuadros de la juventud, y en ella le sorprende el golpe revolucionario del 5 de Septiembre de 1924. Siguiendo las inquietudes doctrinarias y políticas de su 'tiempo, forma parte de la representación de la Juventud DP.– mocrática, que en unión de las juventudes de los Partidos Libe– ral, Radical y la juventud militar, derrocan a la Junta de Go– bierno, haciendo volver del exilio al Presidente Alessandri, pa– ra que reasumiera su aito cargo, en los primeros días del añc, 1925. Formada la Asamblea Constituyente de ese año, le cupo integrar la representación del Partido Democrático. Posteriormente, la preocupación de estabilizar su situación económica, y a raíz de la ascensión del señor Ibáñe1., disminu– yen sus actividades políticas a lo indispensable en sus debere:; de militante activo del Partido. ) 191 (

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