Los constituyentes de 1925

Seminario de Derecho Público Desde sus primeras actuaciones en el Congreso, se distir.– gui6 por su dominio de la legislación '! sus hábi~~s de estudio, unidos a un esplritu agudo dP. obs~rvac1ón Y ~~ critica razonada. Se hizo indespensable en la mterpretac1on rlel reglamento de la Cámara declarando sobre el particular en una entrevista publicada en '1a prensa en 1925, _que él n<? lo co~si~eraba efi– ciente en aquella época, y que su mter venc1ón se hm1taba a po– ner cortapisas al abuso del parlamentarismo, que sin disciplina en loi; debates. entorpecía la labor legislativa. En un principio, fué partidario del régimen parlamentario reglamentado; pero, luego comprendió, por la acción de los di– rigentes políticos, que sería imposible eliminar las prácticas par– lamentarias aue tantos perjuicios habían ocasionado al país. sin la dictación de una Constitución Presidencial. Por estas razo– nes, propuso la conveniencia de reformar los reglamentos de las Cámaras, de manera que empezaran a funcionar en perfecta armon!a con el espiritu de la Le:v Fundamental; reforma riue no se ha realizado de acuerdo con las aspiraciones, lo que ha in– fuído en gran parte. a la ineficacia de la actual Constitución, t>n cuanto se refiere a la extirpación definitiva del Parlamentaris– mo. En el año 1931, en los dlas l O y 11 de Octubre, patrocinó ante el Senado. la acusación hecha por el Director del Diario "Libertad", don Eulogio Ro.ias Mer.v, en contra del Ministro de Guerra. con motivo del cierre del períodico citado v de la prisión que fué objeto su Director. El discurso del señor Ma,z;a, que ha sido publicado v difundido en folletos. representa un documento de sólida argu– mentación let?al sobre ¡rarantías individuales v la aplicación por nrimera ve:r. hecha en Chile, de lo establecido en el articulo 42 N• 2 de la Constitución. Al final de su polémica concluyó diciendo: "Quiero terminar recordando al Senado un hecho que hace poco más de un año recordé sin éxito ante la Corte Suprema. Espero tener aquí mejor suerte". "Cuando en el año 1928 tuve que hacer vida de Judío Erran– te por el mundo. rodando llegué a Londres. La orensa de esa ciudad, cuya población es cuatro veces la de todo Chile, se preo– cupaba d~l problema de las reparaciones del problema de Egip– to, que estaba en su período álgido; del problema. de la India que comenzaba ya a inquietar; pero al tercero o cuarto día la prensa de Londres primero, y después, la prensa de toda Ingfa– terra, pasó a ocuparse de una sola cosa, de lo que se llamó "Sad vige case", el caso de Sidvige". "¿Se t rataba de un ex Diputado, de un Director de diario? No, señor Presidente, se trataba de una mujer que había sido detenida en Hyde Park por un policia de Londres, y conducida ante el Juez, porque creyó el policía. que no guardaba ciertaq ) 16'2. (

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