Los constituyentes de 1925

Seminario de Derecho Público en sus gestiones, las que se facilitaron con el prestigio personal de que gozaba en la nación hermana, y con las abnegadas de– claraciones que ante el Gobierno y pueblo argentino formulara el propio Presidente Alessandri. Don Emiliano Figueroa integró la Comisión Consultiva de 1925, sin que interviniera en sus debates. Cuando se produjo la rlimisión del señor Alt>,gsandri, el 1v de Octubre de 1925, ante la terminante negativa del coronel Ibáñez, de abandonar el cargo de Ministro del Interior, para el cual era inhábil por haber aceptado la calidad de candidato pre. sidencia-1, quedó como Jefe de Gabinete y con el titulo de Vice– presidente de la República, don Luis Barros Borgoña. Después de algunas incidencias políticas, que terminaron con el retiro de la candidatura del coronel Ibáñe2, fué procla– mado don Emiliano Figueroa como candidato único a la Presi– dencia de la República, iniciando sus funciones al término del año 1925. Quiso hacer un Gobierno nacional, llevando como colabora. dores a ciudadanos meritorios, desentendiéndose de su color po– litico, para armonizar así las divergencias de opinión. El coronel Ibáñez, que permanecía en el Gabinete como Mi– nistro de Guerra, creyendo interpretar un espíritu de renova– ción, imponía su autoridad que no tardó en alejar paulatina– mente de los negocios públicos, al constituyente que nos preocu– pa. Una vez renunciado el entonces Ministro del Interior, don Manuel Rivas Vicuña, el señor Ibáñez asume ila jefatura del Gabinete. Don Em.iliano Figueroa, comprendiendo con la altura mo– ral y serenidad que lo caracterizaban, el grave probema creado para su patria, prefirió hacer uso de una licencia, -mientras asumía la Vicepresidencia el coronel Ibáñez--, para luego re– nunciar a su alta investidura, antes que permitir un desenlace de funestos resultados. El 4 de Mayo de 1927, abandona la Primera Magistratura, para que tres semanas después fuera elegido Presidente de Chi– le, sin competidor alguno, bajo el control y vigilancia de la es– pada, el coronel que motivara su renuncia y la de su antecesor. El Congreso Nacional tomó conocimiento de la dimisión1, la cual fué aceptada por unanimidad. La fundamentaba en el he– cho de no poder actuar conforme a las circunstancias, por estar inscrito en las rígidas fórmulas que se le habían señalad-:>. Por ley de la República se le otorgó una pensión vitalicia . correspondiente al sueldo de Presidente de la Corte Suprema. Después de un corto período, retirado a la vida privada, el se– ñor Figueroa salió del país para asumir la representación de Chile en una alta misión de salidaridad continental. Nuestras r elaciones con el Perú habían quedado virtual– mente rotas en 1908. El último representante ante el Gobierno ) 131:1 (

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