Los constituyentes de 1925

A manera óe introóucción y ec<cusa De Dn. Aníbal Bascuñán Valóés Director lJel Seminario óe Derecho Público No entera aún cuat1·0 lustros de vida nuestm Carta Po.. lítica y ya empiezan a esfumarse, irremediablemente, los con.. tornos de no pocos episodios fu,ida.1nentales para el conociniien– to de su génesis. Las Actas, rara vez completas; la enjundiosa pero dema,– siado suscinta obra de dO?i J. Guillermo Guerra, y las 11oticias e interpretaciones, no siempre interesantes y siempre persona– les, de dos o tres constituyentes frecuentemen,te consultados, distan mucho de satis[acer las inte1Togantes que inte1·línea,i la Constitución de 1925. En 1na1ws profanas o indiferentes, u objeto del deleite in.. fecundo de coleccionistas. o bibliómanos, yacen, desperdigados, documentos valiosos para la reconstrucción del pens1111niento y La obra de muchos protagonistas de tan importa ,11.te período de nuest·ra Histo1·ia Política, cuyas vidas se extinguieron. A veces, la fragilidad del recuerdo y el orgullo hutnano se complotani pam proporciona,· versiones conftrapues.ta.6 de Los hochos. Y es así cO?no hasta nuestra mesa de trabajo Uega1 on separadamente dos copias 1necanwgrafiadas de un mismo est1¿– diJo sobre el "Voto Rojo", coetáneo a éste, con la indicación de sendas paternidades intelectuales . .. Mientras la bru,na del tiempo cumple su sino, las más de las disposiciones programáJticas del Código Fundamental Chi– le1w ---'Vndmmización por errores judicial,es, tribunales admi– n.strativos, asambleas provinci.ales, supermtendencia de edu.. cación pública, descentmlización administrativa, institución de la propiedad familiar, etc. etc.- , constitutivas de sus rasgos au.. ténticamente renovadoras, no han pasado de ser n.eros "de– seos constitucionales" en tranquila e indefinida espera de su legislador. Por su pa1·te, la ju1·ispnulencia de nuestros Tribu.. 1iales aún pugna por liberarse del atavismo civilista que tanto da1ia a la aplicación del Moderno Derecho Público. La intensa vida política de Chile ha puesto a prueba todos los resortes constitucionales, y de esta experiencia ya ha sur– gido la primera gran reforma: el establecimiento de un Poder Contra..lcw en lo administrattivo y financiero. Otias aguardwn 81ta consti.tuyentes. Son precisamente estos nwmentos los que exigen no sólo "una. historia fidedigna del establecimiento de la ley" para f i- ) 9 ('

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